EL PANHARD-LEVASSOR EN LA HABANA

Creado: Mié, 09/12/2020 - 22:54
Créditos
Alfonso Cueto Álvarez
PANHARD-LEVASSOR

Una de las primeras marcas automovilísticas del mundo, Panhard-Levassor, llegó a comienzos del siglo XX a la Capital cubana, mostrándose como símbolo de poderío y status social.

Proveniente de una familia de capinteros y constructora de carruajes, Francois-René Panhard se asocia en 1867 con  Jean Louis Perin, de la firma Perin et Pauwels (sic), cambiando la razón social a Perín et Panhard. Poco tiemo después se incorpora a la entidad al Ingeniero Emile Levassor, comenzando en 1876 la construcción de motores estacionarios de petróleo bajo Licencias de Nikolaus August Otto y de la Compañía Daimler, que originalmente fueron vendidos a Armand Peugeot en 1890. Ya  la firma se conocía como Panhard-Levassor (P&L). 

La llegada a los talleres de P&L de los primeros Peugeot para la instalación de los motores, indujo a la Compañía a la construcción de sus propios autos. En realidad, eran instalados en carruajes, sustituyendo la anterior tracción animal. En 1892, uno de estos vehículos viajó de París a Versalles y posteriormente establecieron varias marcas de resistencia y velocidad. Para 1900, muchos consideraban a P&L el fabricante y exportador mas conocido del mundo,

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Durante los años 20 y 30, la P&L producía autos de 4-6 y 8 cilindros con potencias entre 10 y 35 h.p. La marcada tendencia a los coches lujosos, muy sensible a la crisis económica de esa época, modificó buena parte de su producción hacia el Estado; equipos militares, autobuses, y motores para los FF.CC. La década del 50, ante la competencia de  Citroën, Renault,  Peugeot y Simca, la Compañía crea las Series Dyna Z  y PL 17; esta última vendida a través de la red distribuidora de Citröen, con la cual colabora desde 1955.

Panhard-Levassor
📷: Wikipedia.

En 1963 se lanza la Serie 24, con un diseño que culmina en 1967 con el modelo DS. Es la despedida de la Marca al ser absorbida por la Citröen, que en los años 70 lanza el Mehari, con carrocería plástica y un tipo de motor similar a las últmas series del Panhard; con dos cilindros opuestos horizontalmente y enfriado por aire.

En la Habana, el Panhard-Levassor apareció desde los comienzos del siglo XX, cuando Augusto Bock, conocido cigarrero, fabricante del considerado mejor cigarrillo negro super fuerte de Cuba, importa un auto de dicha marca. Se sumaba a las personalidades económicas de entonces, que traían carros franceses a la Isla; algo que comienza a cambiar con la introducción de los vehículos norteamericanos a mediados de la primera década del Siglo.

A fines de los 50, el Panhard regresa a través de la Agencia Vilarchao S.A. que había obtenido la representación del Packard en competencia con J. Ulloa y Compañía, también representante de la VW en Cuba. Competía el francés presentando cuatro puertas; economía; mas espacio en su interior y una caja de velocidades que permitía su conexión con el auto en marcha. Además, mediante el abatimiento del respaldo de su asiento trasero, se podía convertir en una cama el espacio entre éste y el maletero; algo muy útil ante situaciones imprevistas.

📷: http://www.montesquieuvolvestre.com/

Créditos
Alfonso Cueto Álvarez

Sobre el autor

Lic. Ciencias Sociales en 1985. Trabajó en distintas actividades en el MITRANS desde el año 1964. Libros editados: Los abuelos de los almendrones, Tranvías y trenes eléctricos y en proceso Los automóviles aristócratas lujosos y herejes.