Los Renault G, Goelette y Galion, iniciaron un reinado que llega hasta hoy. Decisivos en tras la II Guerra Mundial, son vehículos de culto para muchos.
Un poco de historia de los Renault G
Al terminar la II Guerra Mundial, Francia establece el Plan Pons para organizar la producción automotriz. A la nacionalizada Renault -Régie Nationale des Usines Renault- se le encarga priorizar la producción de un camión ligero, de una capacidad de carga entre 1 000 y 1 400 kg.
Originalmente, el furgón de 1 000 kg de cabina avanzada era un proyecto para el ejército, en 1945. Su concepción era rudimentaria: chasis de madera, tracción trasera y ejes rígidos. Así se comercializó en febrero de 1947 y, en 1950, llegó el chasis de acero.
Luego de múltiples modificaciones, en 1959, los camiones ligeros de Renault adoptan la estrategia de la marca de utilizar nombres relacionados con el tema marítimo en sus productos. Así, la versión de 1 400 kg se llamó Goélette, y la de 2,500 kg Galion. Comenzaba una tradición en Renault de producir excelentes vehículos comerciales, que llega hasta nuestros días.
Goelette
La versión de 1 400 kg había llegado en 1949 y, en 1959, recibe el nombre de Goelette. Es algo más amplia –claramente— que el vehículo de 1 000 kg y llevaba motor de 1 996 cc y 64 CV, proveniente del sedán Renault Frégate en 1953.
Su principal virtud sería su versatilidad, contando con numerosas versiones sobre su plataforma: platón, furgón, camión de estacas, y autobús, que también se ofrecía una versión 4x4.
A partir de 1961 se ofrece un motor diésel, fabricado por Indenor, de 1,8 lts y 58 CV y, para 1962 llega el diésel Renault de 2,7 lts y 61 CV. Con ellos la serie gana en robustez, economía y fiabilidad.
Galion
La versión de 2,5 toneladas había sido presentada en 1947 y daría paso al Galion, en 1959. El peso total de este modelo podía alcanzar hasta 4,9 toneladas, en el modelo con chasis largo. Llevaba un motor de 2,2 litros y 53 CV. La progresión de los motores fue idéntica al Goelette.
Epilogo de los Renault G
El Goelette es reemplazado en 1965 por el Super Goelette, un vehículo mucho más moderno y confortable, dotado de parabrisas panorámico curvo envolvente, la palanca de cambios en el volante y la suspensión delantera independiente. El modesto Goelette hizo su trabajo, llegando a vender 124 570 unidades. El Galion también deja de ensamblarse muy poco tiempo después.
Hoy día son vehículos de colección. De imagen simpática, despiertan el cariño y la nostalgia de muchos.
