Hormiga es sinónimo de laboriosidad, abnegación y sencillez. Nada mejor define este vehículo surgido del ingenio y la necesidad de gente humilde.
Cuando vemos autos cada vez más complejos, donde encontrar cómo arrancar el motor llega a ser un desafio, extrañamos ejemplares como nuestro protagonista de hoy. Un obrero, sencillo y cumplidor, que jamas nos daba lata. Así era el Volkswagen Hormiga, un vehículo surgido de la necesidad y el ingenio, para ofrecer el maximo de ayuda en nuestro diario quehacer. He aquí la singular historia.
A finales de 1974 un grupo de ingenieros y empleados de la planta de Volkswagen en Puebla México, pensaron que con las partes de los vehículos en producción se podría fabricar un vehículo de trabajo capaz de facilitar sus labores.
Sería algo elemental, básico, aprovechando todo lo aprovechable y sin estridencias de ningún tipo. No era un proyecto comercial, era algo útil que los ayudara y no diera problemas. Los directivos de la compañía aprobaron el desarrollo y puesta en marcha del vehículo, pero lo encontraron tan útil que decidieron ampliar su producción, tomando como un punto a favor que todos los elementos necesarios para fabricarlo se producían en México y que ya se usaban en otros modelos de la marca, lo que dejaba los costos en minimos absolutos.
Este fue el criterio que primó en la creación del Volkswagen Hormiga, o también T200, del cual se fabricaron únicamente 3.600 unidades numeradas entre los años 1975 y 1978, aunque algunas fuentes afirman que se alcanzó a producir durante los primeros meses del año siguiente.
Se basaba en un chasis independiente, fabricado en acero. Tenía una cabina de lineas rectas, sin sutilezas, parabrisas frontales planos y dos amplias puertas.
Para mover este austero vehículo de carga se recurría al conocido y probado motor tipo boxer de cuatro cilindros opuestos, de 1.584 c.c con enfriamiento por aire de 44 CV, el cual se acoplaba a una caja de velocidades de cuatro marchas y la tracción era delantera.
El panel de instrumentos, al igual que los cinturones de seguridad, provenían del Escarabajo, la visera contra el sol del Safari y el medidor de gasolina de la Brasilia. La suspensión delantera era independiente con barras de torsión y la trasera de tipo eje rígido con ballestas.
Estaba disponible en tres versiones. Chasis para carrozar, que daría origen en muchos casos a la fabricación por parte de sus dueños y de carroceros independientes, de versátiles vehículos para camping. Además, una versión con estacas cortas y otra con estacas largas. Estuvo disponible en tres colores: Azul Pascuaro, rojo coral y blanco crema.
El largo total de la Hormiga era de 4,11 mts, su capacidad de carga de 750 kilos y su peso total cargada de 1.200 kilos. No sobreviven muchas unidades lo que la hace cada vez más interesante y valiosa.
