Viajar en el tiempo, en auto, es un lujo que nos podemos permitir. Sí, muy simple puede transportarse a diferentes épocas, revivir, soñar o escuchar como ruge un motor si decide visitar alguno de los museos de coches más emblemáticos del mundo automotriz.
Los coches nos permitirán remontar vuelo, apreciar joyas invaluables, conocer un poco de historia y el nacimiento de muchas compañías. En el Museo de Mercedes-Benz en Stuttgart, Alemania podemos apreciar 170 autos representativos de su linaje, piezas únicas como el Motorwagen de Benz de 1885, el primer vehículo a motor Daimler de 1892, biplaza descapotable de Mercedes-Benz de la década de 1920 y 1930, vehículos de carreras, limusinas emblemáticas y otras maravillas.
En el Museo de Porsche, también en Stuttgart, además de las exposiciones temporales, se exhiben una gran variedad de modelos históricos y una muestra de coches de carrera comenzando por el emblemático Porsche 64 de 1939.
Seguimos para el de Audi, en Ingolstadt, pequeño, pero representativo de la casa de los “Cuatro Aros”. La historia de Audi, 50 vehículos, 30 motocicletas y bicicletas. Y terminamos en Munich con BMW, un inconfundible edificio de forma circular que simula el neumático de un coche, más de 120 modelos, motores, avionetas, motocicletas y muestras especiales de carácter temporal.
En Francia la parada es obligatoria en Mulhouse, la Ciudad del Automóvil donde se encuentra la colección de los hermanos Fritz y Hans Schlumpf, la mayor del mundo, más de 500 coches de 98 marcas y la mayor colección de Bugatti.
En Estados Unidos el Petersen Automotive Museum, ubicado en Los Ángeles, California cuenta con más de 300 vehículos; el Simeone Museum en Philadelphia exhibe la mayor colección de automóviles deportivos y de competición. Bugatti, Alfa Romeo, Ferrari, Bentley, Aston Martin, Porsche o Jaguar son solo una muestra de lo que puedes disfrutar.
Será un viaje mágico e inolvidable, un viaje por la historia. ¿Por dónde se decide a empezar?
