¿Rodaremos en vehículos biodegradables?

Creado: Mié, 20/07/2022 - 08:30
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Willy Hierro Allen
vehiculos biodegradables

Con la adopción de propulsores menos contaminantes, la actual industria automotriz mejora su índice ambiental, pero qué hacer con las carrocerías.

Si bien la industria automotriz avanza en la sustitución de los motores de combustión (a base de combustibles fósiles) por otros propulsores menos contaminantes, poco se ha conseguido en la fabricación de una carrocería que sea respetuosa del medio ambiente. La idea de no usar planchas de acero para construir carrocerías, no es nueva.

Allá por 1939, la marca Pontiac hizo un auto “plástico”, el modelo Pontiac Deluxe Six, con carrocería de plexiglás. Y Ford hizo el Soybean Car, en el año 1941, cuya carrocería era de un plástico hecho a base de semillas de plantas, el cual lo hacía un producto biodegradable. Sin embargo, solo fueron proyectos, ninguno de ellos llegó a producirse y todo se quedó en prototipos.

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Pero en 1968 la ONU aborda seriamente los temas del medio ambiente y, cuatro años después, en 1972, se celebra la Primera Cumbre de la Tierra, en Suecia, donde se adopta una declaración que manifiesta los principios de conservación y mejora del medio humano. Así se crea un plan para la acción medioambiental internacional.

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En el sector del transporte surgen infinidad de propuestas para reducir el nivel de contaminación de los vehículos automotores. Una de ellas son las carrocerías biodegradables. En 2017, los estudiantes de la Universidad de Eindhoven, en Países Bajos (Holanda), presentaron un proyecto fabricado con materiales biodegradables casi por completo.

Dicho proyecto, al que lo llamaron LINA, consiste en un prototipo de auto urbano, de cuatro plazas, con el chasis, la carrocería y el interior fabricado a base de materiales biodegradables. Según sus creadores (un equipo de alumnos de TU/ecomotive), una de las principales ventajas de la utilización de este tipo de materiales, además de su descomposición en elementos químicos naturales, es la ligereza, por tanto su eficiencia.

El chasis de LINA está confeccionado con una combinación de resinas y plásticos biodegradables, fabricados a partir de plantas de lino, con una relación entre peso y resistencia similar a la fibra de vidrio. Además, entre las capas de este compuesto, se incorpora un núcleo plástico (PLA) para aportar rigidez, obtenido enteramente de remolacha.

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Aunque, por supuesto, hay elementos que no son biodegradables, como la suspensión, de tipo McPherson en el eje delantero y de brazo en la parte trasera, todos los cuales son de aluminio. Asimismo, el sistema de frenos, compuesto por discos delante y detrás, amén de los neumáticos (110/80 R16), que son de uso común.  

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Como es de suponer, la propulsión es eléctrica. Dispone de dos motores al tren delantero que le dan una potencia de 7,5 kW, unos 10 CV, con un par máximo de 137 Nm. Esto le permite alcanzar entre 80 y 85 km/h, con muy buena aceleración, parámetros excelentes para rodar sin dificultad en una ciudad, ya que es un vehículo netamente urbano.

El auto se alimenta de tres baterías modulares de iones de litio, para un consumo de 51,2 Wh/km, lo cual lo hace muy, pero muy eficiente, ya que es un vehículo muy ligero: solo pesa 310 kilogramos (sin las baterías). Esto hace que LINA sea cuatro veces más eficiente que cualquiera de los autos eléctricos que hay en el mercado hoy día.

Este auto urbano mide 3,5 metros de largo, 1,3 de ancho y de 1,3 a 1,4 de alto. El equipo de estudiantes TU/ecomotive, de la Universidad holandesa de Eindhoven, habilitó a LINA con tecnología, tal como la NFC (Near Field Communication), que permite abrir/cerrar el auto con el teléfono móvil y reconocimiento de usuario (car sharing), ideal para autos compartidos.  

📷: https://www.ibtimes.co.uk/

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Willy Hierro Allen

Sobre el autor

Periodista, licenciado en la Universidad de La Habana, hace periodismo desde 1971. Dirige publicaciones especializadas. Escribe sobre transporte terrestre, aéreo y marítimo y trata temas de cultura y turismo. Ha escrito para radio, televisión y prensa plana. Premiado en concursos y coautor de libros. Fue corredor de motocicletas en los años 60 y conoce de mecánica.