Diez horas felices sobre un fotingo del año 29

Creado: Jue, 11/04/2019 - 08:30
Autor: Norlan Roselló
Ford Modelo A Standard Phaeton en el II Salón Excelencias del Motor

Cumplir el sueño de su abuelo de volver a tener un fotingo del año 29 siempre estuvo entre sus principales objetivos.

Desde que nació en 1929, el Ford Modelo A Standard Phaeton, propiedad de Josué Cabrera García, nunca había dado un viaje tan largo como el que hizo esta semana para llegar hasta el II Salón Excelencias del Motor, que entre sábado y domingo sesionó en el recinto ferial de ExpoCuba, en La Habana.

Una foto del abuelo de Josué Cabrera García con el Ford que tuvo que vender
Una foto del abuelo de Josué Cabrera García con el Ford que tuvo que vender

Josué se enteró de esta megafiesta del automovilismo y el motociclismo por la promoción en Facebook y no lo pensó dos veces para decirle a su familia en Cienfuegos: nos vamos para la capital. Fueron diez horas felices sobre su joya rodante, mientras en la autopista la gente aminoraba la velocidad para ver el paso elegante de su « fotingo » blanco y descapotable, como si estuviera recién salido de la fábrica.

Pero la historia de este auto que tantas fotos se ha robado en la exposición habanera, que organiza el grupo Excelencias del Motor, tiene una dosis de tristeza. Cuenta Josué que el sueño de su abuelo José Ángel era tener un Ford, trabajó mucho para lograr comprarlo, pero después tuvo que venderlo por razones económicas. El nieto con menos de diez años le prometió que cuando fuera grande le iba a regalar uno.

Josué y su papá junto a su gran tesoro familiar en el II Salón Excelencias del Motor
Josué y su papá junto a su gran tesoro familiar en el II Salón Excelencias del Motor

Pasó el tiempo y Josué fue a trabajar al turismo en los Cayos de Ciego de Ávila, provincia donde vivía la familia antes de mudarse para Cienfuegos. En el hotel donde lo ubicaron lo primero que vio fue un Ford del año 29 sin matrícula, estaba en exhibición.

Buscó al dueño y le propuso comprárselo. «No lo vendemos», le dijeron. Y así estuvo durante 15 años haciéndole la misma oferta, hasta que un día recibió una llamada telefónica del propietario con una insólita pregunta: ¿todavía te interesa el carrito?.

El Ford Modelo A Standard Phaeton o fotingo de Josué Cabrera García

«Claro que lo quiero», le respondió al instante, y lo adquirió con el mismo propósito acariciado desde la primera vez que lo vio: regalárselo a su abuelo. Como era una sorpresa no le dijo nada y empezó los trámites del traspaso, y en ese tiempo, de repente, murió el abuelo, a los 94 años, sin saber que iba a ser dueño otra vez de un Ford.

Josué cuenta la historia con los ojos húmedos. «Por eso ni lo vendo, ni lo alquilo, ni lo empleo para el disfrute de los turistas, es una reliquia familiar. Tiene casi todas sus piezas originales».

El Ford Modelo A Standard Phaeton o fotingo de Josué Cabrera García
Dice que no vinieron de tan lejos por un premio. «Si lo ganamos, bienvenido sea, pero el mejor premio ya lo tenemos, y es que este Ford del 29 esté caminando en tan buenas condiciones, como seguro lo tuviera mi abuelo».    

No obstante, y como diría el refrán que “bien valió la pena el sacrificio” -en este caso el largo viaje-  Josué y su familia regresaron a casa orgullosos portando el galardón de la “popularidad”.

Josué Cabrera García portando el premio de la popularidad por su fotingo

Foto antigua: Fernando Collado Rodríguez

Fotos: Maykel Espinoza y Norland Roselló

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