
Por mucho que pasen los años, hasta la fecha unos quince, el Italdesign Calá nos parece un superdeportivo actual. Además, sus líneas aerodinámicas y su diseño hacen que parezca más potente y rápido de lo que en realidad es. Claro, si lo comparamos con los bólidos actuales que juegan con velocidades por encima de los 300 km/h. Pero el mérito del Calá no es precisamente su velocidad.
Este surge por la colaboración entre Italdesign y Lamborghini con el fin de presentar en el Salón de Ginebra de 1995 un deportivo compacto capaz de competir, en el mercado, con el Ferrari 355. Después del éxito en Ginebra, se le dio a probar a infinidad de periodistas especializados, los cuales vieron en el Calá un deportivo funcional y fácil de manejar.
El propulsor es un V10, diez cilindros en V, de 3.9 litros de desplazamiento, doble árbol de levas en cabeza (DOHC) y cuatro válvulas por cilindro (cuarenta en total). Genera una potencia de 400 CV a 7 200 rpm y un par motor máximo de 315 Nm a 4 500 rpm. La transmisión, dirigida al tren trasero, es manual de seis velocidades. Alcanza una velocidad punta de 291 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 5.0 segundos.
Por problemas económicos, que sufría la marca del toro en aquellos años el Calá se quedó en un único ejemplar, el cual todavía se conserva en perfecto estado en el museo Lamborghini. El proyecto se conoció como P140 y el diseño corrió de la mano de Giuggiaro.
La marca italiana pertenecía en esos momentos a la empresa indonesia Megatech que se vio necesitada de vender sus acciones a Audi, por lo que el proyecto P140 quedó dormido. Fue en 2003 cuando lo despiertan, pero esta vez nace el Gallardo con motor V8.