El túnel más largo del mundo

Creado: Vie, 22/10/2010 - 16:21
Créditos
Willy Hierro Allen
El túnel más largo del mundo

Hace apenas veintitantos días, los avezados constructores de lo que es ya hoy: el túnel más largo del mundo, concluyeron la excavación de los 57 km programados en el corazón de los Alpes suizos,  para así entrar a la Historia del Transporte mundial con una emblemática obra  ingeniera: el túnel de San Gotardo. Han quedado atrás otras construcciones similares, como el Seikan japonés o el del Canal de la Mancha, franco-británico, ambos con más de 50 km.

Concebido inicialmente por el ingeniero Eduard Gruner, en 1947, el túnel de San Gotardo es considerado un hito en la creación de una red de trasporte de alta velocidad para conectar a las ciudades europeas. Una vez terminado y abierto al tráfico ferroviario en 2017, permitirá el rápido cruce de unos 300 trenes diarios a velocidades de 250 km/h por debajo de la cordillera de los Alpes.

Construido a un costo material de 10 000 millones de dólares (7 500 millones de euros) y humano de ocho obreros fallecidos durante las obras, el túnel enlazará por ferrocarril a dos importantes puertos marítimos y centros comerciales: Rotterdam, en Holanda, al norte, y Génova, en Italia, al sur. Una línea rápida para el transporte de mercancías y pasajeros entre los mares del Norte y Mediterráneo.

Alrededor de 2 500 trabajadores pasaron casi veinte años horadando las rocas del macizo de San Gotardo, incluyendo el pico Vatgira de más de 2 500 metros de altitud. Laboraron unos 320 días cada año para que las grandes excavadoras (llamadas Heidi y Sissi) avanzaran 40 metros diarios y lograran moler 24 millones de toneladas de piedra, lo que equivale a cinco veces el volumen de la gran pirámide de Keops.

Quizá la ganancia principal no pueda medirse correctamente en costos, sino en las ventajas medio-ambientales que permite esta senda internacional, especialmente a la región alpina que soportaba el paso continuo de grandes y pesados camiones cargados de mercancías por el  estrecho camino intramontano, con el consiguiente daño ecológico. De esta manera la vía entre Alemania e Italia será más rápida y segura.

Mas, si queremos saber de costos, preguntémosle a un ciudadano suizo, quien abonó   alrededor de 1 300 dólares  (per cápita), para financiar el monumental proyecto. Hace 20 años hubo que realizar varios plebiscitos para aprobar la construcción del túnel. Finalmente se arrancó la obra desde dos puntos diferentes: del norte empezó en el cantón suizo-alemán de Uri, y del sur, desde el cantón suizo-italiano de Tesino.

Se encontraron ambos grupos a medio camino, a la altura de la localidad de Sedrun. Al  encuentro asistieron unas mil personas, entre obreros, periodistas (se televisó en vivo) y funcionarios, incluido el ministro del Transporte suizo Leuenberger. El momento fue bendecido por un sacerdote católico y un pastor protestante. De inmediato, la excavadora rompió los últimos 180 cm para dejar abierto el túnel.

En medio del sonido de trompetas y la algarabía de los presentes, en las pantallas de todos los televisores del mundo apareció el capataz Baer, en sus manos una estatuilla de Santa Bárbara (patrona de los mineros). El rostro feliz, los ojos anegados en lágrimas, la alegría contagiosa. Fue directamente donde estaban las fotos de los obreros fallecidos en la obra y en un silencio total, depositó la estatuilla de la Santa. Aplausos, gritos, besos, abrazos…

Pero hay más. Se conoció que existen dos nuevos túneles planeados: uno que conectará la ciudad de Lyon, en Francia, con la de Turín, en Italia; y otro entre Austria e Italia. Con sus 57 km, San Gotardo deja atrás al Seikan japonés, que enlaza por debajo del mar a las islas de Honshu y Hokkaido, por el estrecho de Tsugaru. Tiene 53.85 km. Y también al que va por debajo del Canal de la Mancha, entre Calais, al norte de Francia, y Folkestone, en el sur de Inglaterra. Mide 50.5 km.

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Willy Hierro Allen