
La marca del rombo ha estado muy inspirada este 2013, presentando modelos, nuevas versiones y prototipos. Ahora da otra vuelta a la tuerca con la exhibición de este concept, el cual debe marcar la filosofía de la marca para futuros vehículos de pequeñas dimensiones. Aquí lo tenemos.
Lanzado con motivo de la celebración del 71º Gran premio de Mónaco, inspirado en el rendimiento y la competición, este nuevo Renault resulta un auto de pequeño tamaño, con una carrocería de tres puertas y 3,68 metros de longitud, 1,75 de anchura y 1,49 de altura. Su peso, Renault lo homologa en 950 kilos, lleva el motor colocado detrás del habitáculo, en posición longitudinal, y la tracción es en las ruedas traseras. Resulta una configuración poco convencional, que permite optimizar los espacios interiores al máximo, y que ”obliga“ a colocar el depósito de combustible, la batería y el radiador bajo el capó delantero. De esta forma se busca también lograr una buena distribución de la masa entre los ejes, con un 57 por ciento delante y un 43 detrás.
La carrocería está fabricada con fibra de vidrio y poliéster, con revestimientos de carbono en algunos sitios del frontal, el techo, el difusor trasero y los pasos de rueda. Para aumentar la rigidez, y brindar soporte, se emplea un chasis tubular, pues las aceleraciones pueden llegar a ser importantes. Esto se debe a que Renault coloca en este prototipo un motor V6 de 3,5 litros de desplazamiento, muy capaz de poner contra el piso hasta ¡320 CV!, una potencia descomunal para su peso y dimensiones. Gracias a la madre electrónica usted y yo no pasaremos apuros para controlar este coche, y debemos esperar control de tracción, estabilidad y similares, como equipo estándar. En cuanto al motor, es fruto de la alianza entre Renault y Nissan, y hoy ya está disponible en otros modelos como el Espace, el Laguna o, incluso, el Megane Trophy de competición. Estará asociado a una caja de cambios secuencial de seis velocidades y cuenta con un diferencial de deslizamiento limitado.
Con esta letal combinación este ”pequeño diablo urbano“ logra acelerar de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos y una velocidad máxima de 250 km/h, con las configuraciones de fábrica. Habrá que estar atentos cuando los curiosos comiencen a modificar la electrónica y tunear un auto que puede ofrecer un perfil muy jugoso en este sentido. El interior está inspirado en el mundo de la competición con asientos tipo baquet, equipado con arneses de seguridad y tapizado en Alcantara, una palanca de cambios en posición alta y un freno de mano hidráulico. Además, tiene un panel de instrumentos con una pantalla LCD de 5,5 pulgadas que indica la presión de la gasolina, del embrague y del aceite. Además, muestra la velocidad y la marcha engranada. Con todo este arsenal a bordo, más lo que carguemos, este Twin Run puede resultar un verdadero misil de bolsillo, en plena ciudad.