Excalibur, concebido para ser un clásico
La génesis de Excalibur como marca de automóviles empezó por el año 1963, con Studebaker, donde los hermanos Steve y David Stevens habían sido contratados como consultores de diseño por el presidente, Sherwood Egbert para encargarle, entre otros trabajos, algunos proyectos especiales que pudieran ser exhibidos en exposiciones para el año siguiente. Los Stevens realizaron tres proyectos para Studebaker: un convertible, un vehículo llamado "Yachtman", y un "Coche de ciudad" con techo de vinilo.