Alumbradas con electricidad las calles de Santiago

Creado: Dom, 01/02/2015 - 10:31
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Willy Hierro Allen
Alumbradas con electricidad las calles de Santiago

Hace pocos días se cumplieron 107 años de aquel 22 de enero de 1908, día en que fueron alumbradas por primeras vez con electricidad, las principales calles de Santiago de Cuba. Fue un acontecimiento local muy esperado que el periodista e historiador Carlos Forment recoge en sus Crónicas de forma eufórica. Dice Forment:… ”! Por fin! Esta noche se inaugura el servicio del alumbrado público.“
 
Y es que los santiagueros, tan amantes de los paseos citadinos nocturnos, siempre tuvieron en mente alumbrar las calles para dar seguridad a aquellos  viandantes que gustaban andar visitando en horas de la noche. Porque no solo se paseaba en coche u otro medio de transporte, también se andaba las angostas calles santiagueras a pie. Así, las autoridades fueron iluminando  poco a poco la ciudad.

Primero fue con lámparas de aceite de coco, algunas de las cuales se ponían en las calles y paseos más concurridos. Cuentan que en 1857, se modernizó el alumbrado público con nuevas luminarias de gas hidrógeno, un sistema que llegó a tener hasta 612 farolas en toda la ciudad y que contaba con un depósito en la calle Lambton Lorraine (Cristina). Pero este sistema no duró  mucho porque el gas era muy caro.

Cinco años después, en 1862, el Ayuntamiento (Gobierno) declaró que no podía seguir pagando el gas y se decidió por un combustible aparentemente más barato: petróleo, para lo cual se estableció un contrato con el señor Sabas Castillo, a quien se le pagaba por su servicio la cantidad de 22 000 pesos anuales. Esto permitió ampliar el alumbrado a 800 farolas. Pero la ciudad de Santiago de Cuba siguió creciendo y prosperando, por lo que requería un mejor alumbrado público.

Ya a inicios del siglo XX, terminadas las guerras de independencia e instaurada la República, Santiago de Cuba era la ciudad más importante del oriente cubano, con su enlace ferroviario a la capital (La Habana) así como otros modernos medios de transporte locales. En 1908 llegó entonces la luz eléctrica al alumbrado público. Si bien es cierto que al principio adoleció de muchas deficiencias, las calles estaban mejor iluminadas.

La noche del estreno muchas familias salieron a pasear, especialmente por la calle Enramadas, que era de las más alumbradas, así como la alameda Michaelsen, la más concurrida de toda la ciudad. ¡Se hizo la luz en las calles de Santiago!

 

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