Bugatti 57 C: Un automóvil superior

Creado: Lun, 26/10/2009 - 16:31
Créditos
Jorge Esténger Wong

El Modelo 57 es un Bugatti monumental. Bajo su elegante figura de tamaño medio la carrocería del Bugatti 57C disimulaba toda la mecánica del Bugatti ”Tank“, mítico ganador de las 24 Horas de Le Mans en 1937 y 1939. Se conoce que de esta máquina se construyeron solo 830 unidades entre 1934 a 1939, incluyendo las 93 del muy exclusivo 57C, nuestro protagonista de hoy.

Todo un hito de la marca, el automóvil era una alucinante simbiosis entre el legendario conservadurismo del fundador Ettore Bugati y su hijo Jean. Defensor acérrimo el primero de un motor mono bloque completamente de aluminio; eje delantero enterizo y frenos de cables por un lado, su hijo era toda una naturaleza dispuesta a la innovación por el otro; alegando por incorporar los frenos hidráulicos; doble árbol de levas a la cabeza; y carcasa común para el motor y la caja de velocidades.

Como muchos autos de la época tiene el timón a la derecha, pero su parabrisas inclinado en un ángulo de 45 grados es atípico por completo. La cabina es pequeña y se puede decir que los asientos traseros son una mera formalidad, pero este es un auto de nervios y no para paseos. La mejor prueba de ello se encontraba en su manejo, incomparable para la época.

El Bugatti 57C era precedido por el silbido inconfundible del compresor que sobrealimentaba su motor de ocho cilindros en línea. Con 162 H.P. de potencia y un peso de 1530 kilos el Bugatti respondía con toda presteza al pedal y era ágil en el manejo, con excelente maniobrabilidad y embrague. La prueba final de lo acertado del trabajo de Jean Bugatti en los detalles y la decisión de la inclinación del parabrisas estaba en la no existencia de ruidos por el aire cortado a los más de 170 km/h que el 57C alcanzaba sin gran esfuerzo, demostrando a las claras la supremacía Bugatti de los años treinta.

Créditos
Jorge Esténger Wong