La caída de las acciones de General Motors (GM) a su nivel más bajo en los últimos 53 años, han hecho tambalear a la mayor compañía automotriz de Estados Unidos y una de las más grandes del mundo. Si GM no consigue fondos puede caer en bancarrota. También caen las ventas de Toyota, Chrysler y Ford. El banco de inversiones Merrill Lynch se torna pesimista en cuanto al futuro cercano de GM y pronosticó que si la gran compañía automotriz no logra inyectar fondos a su economía, podría caer en bancarrota.
El miércoles de la semana pasada (2 de julio), las acciones de GM cayeron a $ 9.98, lo cual significó una pérdida del 15 % de su valor. Si el mercado sigue deteriorándose y GM no obtiene un aumento significativo de su capital, la bancarrota no es imposible, dijo el analista John Murphy.
En septiembre de 1954, las acciones de GM cayeron hasta $ 9.92, pero pudo recuperarse con varios movimientos financieros y el éxito de algunos nuevos modelos. Ahora el mercado está en picada debido a que los consumidores estadounidenses han recortado sus gastos significativamente y, para colmo, los precios actuales del petróleo (en una escalada sin frenos) han obligado a los automovilistas a buscar carros más pequeños y menos consumidores de combustible.
Sin embargo, para Burnham Securites la situación es menos pesimista. Las condiciones en la industria automotriz de Estados Unidos están complicadas para todos los fabricantes, debido a la disminución de las ventas. Si bien GM sufrió una caída de 18.5 % el pasado mes de junio (si lo comparamos con el mismo mes de 2007), a Toyota le fue peor, pues cayó 21.4 %. Todas las grandes compañías automotrices que operan en Estados Unidos, han rodado cuesta abajo en el mercado.
En realidad, lo que está sucediendo es un cambio de demanda por parte de los consumidores, que antes compraban vehículos utilitarios deportivos (SUV) y camiones ligeros, y ahora buscan autos de bajo consumo energético y mayor eficiencia. Esto ha llevado a GM a anunciar el cierre de algunas plantas en Estados Unidos y México, particularmente las productoras de camiones y SUV. Por su parte Chrysler está en proceso de cierre de una de sus fábricas de minivans y Ford reducirá notablemente su producción.