HONDA CB750 Four

Creado: Dom, 12/04/2015 - 16:08
Créditos
Willy Hierro Allen
HONDA CB750 Four

Catalogada como una de las mejores motos de la Historia, fue una maravilla de la ingeniería de su época, que trajo poder y belleza a la vez en una sola moto, con una tecnología nunca antes vista en una máquina de serie: rápida, cómoda y asequible, que cambió el mundo del motociclismo. Reconocida como la primera Superbike, estremeció la industria europea de las dos ruedas y sentó las bases de las motos deportivas de hoy.

Cuentan que Honda comenzó a diseñar la CB 750 como una moto todoterreno y salió una joya, algo diferente, la gran combinación del sueño de todo motociclista: una moto rápida, cómoda y barata. Se presentó en junio de 1968 y constituyó un reto al mercado internacional de la motocicleta: podía viajar a 160 km/h y alcanzar, sin gran dificultad, los 200; fácil de manejar, estable a cualquier velocidad, muy fiable su poderoso motor, poca vibración y bien ligera para su tamaño. Según historiadores, fue la ”abuela“ de las deportivas actuales.

En los años 60 del siglo pasado, todo el mercado de ”las motos de verdad“, las llamadas motos grandes, era dominado por las máquinas italianas, alemanas y, especialmente, las inglesas. Las motos japonesas, que empezaban a sonar en el concierto de las dos ruedas, no tenían modelos grandes. Honda, fabricante que ya estaba a la cabeza de la industria de motocicletas en Japón, tenía la CB450 como su mayor máquina en 1965. Competían con éxito en los campeonatos mundiales y estaban bien posesionados en el mercado, pero solo con motos pequeñas.

Sõichirõ Honda y su equipo, que soñaban con ser líderes del mundo en los vehículos de una sola huella, lanzaron al mercado, en 1969, la CB750 Four, una cuatro cilindros de 736 cc, con 67 CV a 8 000 rpm, que revolucionó el concepto de ”moto grande“. Y es que era más potente, más ligera y, sobre todo, más barata que la ”reina“ del momento: la BSA tricilíndrica Rocket III, inglesa. Para rematar, la Honda CB750 Four traía freno de disco delante, la primera moto grande de serie en llevarlo. Además, Honda le puso a su diseño elementos ergonómicos nunca antes usados en una motocicleta.

Fue un éxito de ventas que (se comentó entonces) ”puso de rodillas a la industria de las grandes motos europeas“. Esta máquina tetracilíndrica en línea transversal, enfriada por aire, con árbol de levas en cabeza, 4 carburadores y caja de 5 velocidades, acoplada a un caballo de arquitectura muy novedosa, no se rompía y era mucho más fácil de mantener que cualesquiera de sus competidoras. Se vendieron más de 400 000 unidades durante los nueve años en que se fabricó (1969-1978), prácticamente sin cambios. Precisamente ese triunfo fue su derrota, porque se fue haciendo ”vieja“ al compararse con otras motos más modernas.

Aunque sí experimentó pequeños cambios, algunos de ellos fatales, como en 1976 con el sistema de escape (de 4 tubos a 4 en uno de salida) que le redujo la velocidad tope a 193 km/h. La CB750 siguió produciéndose, pero fue ”atrasándose“ y en 1973, se notó con la salida de la Kawasaki 900 cc ZI. A la CB750 Four, maravilla de la ingeniería de fines de los 60, Honda la dejó morir de muerte natural, ni siquiera fue corregido el control de emisiones, lo que atentó contra su buen desempeño comercial. Su mejor año de ventas fue 1971. En la década del 70, fue la referencia de todas las deportivas de la industria motociclística.

Créditos
Willy Hierro Allen