Jawa 250

Creado: Dom, 20/02/2011 - 14:46
Créditos
Willy Hierro Allen
Jawa 250

El ingeniero, inventor e industrial Frantisek Janicek fue quien creó y fabricó la mortal ”granada de mano“ en medio de la I Guerra Mundial, con lo cual amasó una gran fortuna. Nació y vivió toda su vida (1878-1941) en el actual territorio de la República Checa. También es el padre de las conocidas motocicletas JAWA, cuyo nombre se deriva de su apellido: JAnicek, de conjunto a la marca de la motorización alemana: WAnderer, que utilizó para fabricar su primera moto.

Aun antes de comenzar la II Guerra Mundial (1938), los alemanes ocuparon Checoslovaquia, territorio donde hoy están asentadas dos naciones: la República Checa y Eslovenia. Con el propósito de aprovechar el  desarrollo tecnológico del país, el nuevo Gobierno ordena a las factorías locales que se dediquen a abastecer de materiales al Ejército alemán. A la fábrica de motos JAWA le dan la tarea de construir motores de aviación y generadores eléctricos.

Frantisek Janicek, que viene diseñando y fabricando motocicletas desde 1929 y, además, tiene gran experiencia en la llamada ”economía de guerra“ pues se hizo rico en la I Guerra Mundial, reúne un pequeño grupo de colaboradores para trabajar ”en secreto“ con vistas a construir una nueva moto que llaman ”Perak“ (lo que significa más o menos: salto adelante). Desarrollan el proyecto, a escondidas, en el departamento de mantenimiento de la fábrica, bajo la clave ”tipo 11“.

Una vez construido, el prototipo se pinta de color verde oliva para hacerlo pasar por ”material de guerra“ del ejército alemán y así no llamar la atención de las autoridades, lo cual constituyó (de hecho) una excepción mayúscula, pues desde su fundación todas las JAWA siempre fueron rojas, el color institucional de la marca. La moto era de líneas redondeadas y marcó un estilo de diseño para las motocicletas modernas de la post-guerra.

El motor, novedoso en ese momento, era de dos tiempos (2T), con pistones de cabeza plana y el barrido de las transferencias invertido (hacia la parte trasera del cilindro) que aumentaba la velocidad del flujo de los gases en la cámara de combustión. Todo esto elevaba la potencia del motor, que solo tenía 250 cc. En conjunto era una moto muy dura y fiable, de buena potencia y apreciable velocidad en esos tiempos.

Todo quedó listo en 1940 y comenzaron las pruebas de terreno, pero en 1941 muere Frantisek Janicek a los 63 años de edad. Sin embargo, su hijo queda al frente de la fábrica y los técnicos y trabajadores del proyecto continúan su desarrollo. De esta manera, al terminar la guerra, en 1945, en toda Europa no hay ninguna fábrica de motocicletas capaz de iniciar la producción de un modelo completamente nuevo, solo JAWA que lanza el Perak de 250 cc.

Al año siguiente (1946), lo comercializan como JAWA-OGAR. Este otro importante constructor de motos (OGAR), también checo, se suma a la explosión de ventas de post-guerra de JAWA y aporta sus valiosos técnicos, especialistas en motores de 2T. Pronto OGAR se convierte en parte de JAWA, que ya es el tercer fabricante de motos del mundo. Los enormemente exitosos modelos JAWA han convertido a la marca checa, poco conocida fuera del país antes de la guerra, en mundialmente famosa por su calidad, dureza y fiabilidad. Las exportaciones superan las ventas locales.

En 1948, Checoslovaquia forma parte del campo socialista. El hijo de Frantisek Janicek abandona Checoslovaquia. Toda la industria del país es nacionalizada y las fábricas de motos comienzan a integrarse. Un grupo se reúne alrededor de la marca CZ, otro con JAWA. La unión de ambas: JAWA-CZ (unidas en una sola marca: JAWA-CZ o también como marcas independientes: JAWA y CZ), exportan miles de motocicletas al mercado de los países socialistas, ávido de vehículos motorizados. Todos los Estados socialistas compran, destacándose  la URSS, Polonia y Cuba, entre otros. En América Latina rodó muchísimo.

Hubo países que, incluso, fabricaron la JAWA 250 cc, como China (Chang Jiang) e India (Yezdi). La JAWA 250 cc, que nació en 1940 con el Perak, se llegó a  producir durante 18 años (1945-1963) en sucesivas modernizaciones, hasta que en 1963 dejó de fabricarse. Aún hoy ruedan por ahí como clásicas de una otrora fuerte moto de leyenda. 

Créditos
Willy Hierro Allen