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Por favor, no se alarme. Usted no ha fumado nada raro y sí, la noticia es tan verídica como alucinante: una compañía canadiense anunció la creación de un vehículo cuya carrocería estará hecha de marihuana, si bien para satisfacción de los usuarios (aunque no de todos) será impulsado por un motor eléctrico que no despide humo.
Justo así, la empresa automotriz Motive Inc ha presentado su modelo compacto Kestrel, que realizará su debut comercial como el ”primer vehículo eléctrico de carrocería bio-compuesta“ del país durante la conferencia EV 2010 VE, en Vancouver.
Aun cuando algunos bromistas ya lo han bautizado como ”el sueño de los hippies“, lo cierto es que su carrocería de marihuana no es fortuita, pues la ventaja de utilizar este tipo de componentes redunda en un abaratamiento de los costos y un aligeramiento del peso total del coche, algo muy importante cuando se trata de autos a batería, aunque otro beneficio es que dicho compuesto resulta tan resistente como la fibra de vidrio.
No en vano, como afirmó su diseñador Darren McKeage, ”los vehículos eléctricos necesitan ser eficientes por lo que el diseño de Kestrel tenía que ser simple (con el mínimo de componentes) y ligero, a la vez que único y atractivo“.
De ahí que su carrocería estará compuesta de un material producido con esteras de cáñamo por otra empresa canadiense, la Alberta Innovates Technology Futures (AITF), En tanto, la materia prima (marihuana) es cosechada en la localidad de Vegreville, donde ese tipo de plantaciones son legales siempre que sean para uso medicinal y con un nivel de THC por debajo del 0,3 %.
Al fin y al cabo, el diseño del Kestrel está enmarcado dentro del Programa Eva, que ayuda a las empresas canadienses a desarrollar vehículos que funcionen con energía limpia. Así que no está nada mal respirar el ambiente de esta saludable idea.