Los puentes sobre el Río Almendares

Creado: Dom, 19/11/2017 - 20:53
Créditos
Por Leonel Nodal, especial para Excelencias del Motor
 Los puentes sobre el Río Almendares

Fundada en 1514, por el conquistador Pánfilo de Narváez -bajo las órdenes de Diego Velázquez- la villa de San Cristóbal quedó enclavada en un punto en la desembocadura de un río en la costa sur cerca de Batabanó.

De aquel lugar inhóspito y malsano, castigado por los mosquitos y las tempestades el núcleo fundacional se trasladó a una hacienda que tenía el colono Juan Rojas junto al río Almendares, donde se había establecido un grupo de españoles con sus indios encomendados.

El río, que los pobladores de la región llamaban La Chorrera, tomó su nombre de un obispo nombrado Almendaris, que había llegado a Cuba gravemente enfermo y lo llevaron a residir a aquel sitio, donde existían unas pequeñas cascadas o caídas de agua.

Hacia 1519 la Villa de San Cristóbal se instaló  definitivamente al oeste de la Bahía de Carenas lo  cual tenía la ventaja de la cercanía a las costas de tierra firme y pronto se convirtió en puerto de llegada de las flotas y galeones españoles que iban para la Península.

En todo caso, el río estaba cerca de ahí, a pocas leguas de distancia y sería su principal fuente de aprovisionamiento de agua para el consumo y la irrigación de las tierras de cultivo.

Mientras, los puentes que se fueron construyendo sobre su curso permitieron la expansión de la pujante urbe.

Entre los puentes que cruzan al Almendares en sus últimos kilómetros antes de desembocar al mar, seis fueron construidos para permitir el tránsito de peatones, carruajes, automóviles, autobuses y tranvías, tanto los de tracción animal como los eléctricos.

En el primer tercio del siglo XIX se erigieron los llamados Puentes Grandes que cruzan el Río Almendares por la Calzada de Puentes Grandes, también denominada Avenida 51.

Se estima que fue precisamente en los alrededores de ese sitio donde se instaló la villa de San Cristóbal de La Habana al retirarse de la costa sur,  antes de establecer su asiento definitivo en las márgenes de la entonces bahía de Carenas.

En 1919 se inauguró el puente de Pote, que unió la Calle Calzada con la Quinta Avenida, y tomó su nombre de  uno de los promotores del entonces nuevo reparto de Miramar, el banquero José Luis Rodríguez ”Pote“.

En 1958 fue derrumbado para dar vía al túnel que cruza el río en el mismo lugar.

Desde principios del siglo XX el Puente de los Tranvías,  posibilitó el cruce sobre el Almendares de los rieles que llegaban hasta la ciudad de Marianao en su ramal más al sur y hasta la playa de Marianao en la línea de la costa. La via también permitía el paso de peatones y automóviles.

Este puente enlaza a El Vedado por la Calle 11 con Miramar y es popularmente conocido como el Puente de Hierro, porque en su reconstrucción, en 1958, se utilizaron estructuras del antiguo Puente Pote.

Puente movedizo, que se abre hacia una de las márgenes para permitir el paso de embarcaciones fluviales, fue totalmente reconstruido hace poco más de un año.

Uno de los más bonitos, punto de atracción de turistas y quinceañeras que desean tomarse una foto con el trasfondo del hermoso Parque Almendares, es el pequeño puente de piedra que se encuentra en la intersección de la avenida del Zoológico con el río.

La carretera que sigue permite uno de los paseos en auto más agradables de la ciudad.

Por último, una mención especial requiere el más popular de todos los puentes del Almendares, el de la calle 23, en el Vedado, uno joya de la ingeniería cubana, orgullo de los habaneros, de donde se aprecia uno de los paisajes más bonitos del Bosque de La Habana y el curso del río camino de su desembocadura.

Inaugurado el 23 de enero de 1911, este puente tiene 214,27m. de largo y 13,56 m. de ancho.

Es soportado por varios arcos, el mayor de ellos, que cruza el río, tiene un largo de 58 metros.

Las obras de construcción empezaron el 1ro de diciembre de 1908 y terminaron el 15 de julio de 1910. Para su edificación se utilizó la entonces novedosa técnica del hormigón armado, un triunfo de la ingeniería civil cubana, que engalana la legendaria capital cubana, que acaba de celebrar los 498 años de su fundación oficial.

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Por Leonel Nodal, especial para Excelencias del Motor