Este deportivo Mercedes-Benz es fruto de los esfuerzos de la industria automotriz alemana de entre guerras. Tras la I Guerra Mundial (1914 a 1918), Alemania quedó devastada. La crisis era total, pero se daban pasos para revertir esa situación. En la industria automotriz, el más importante fue la unión de los dos colosos alemanes en la fabricación de automóviles: Daimler y Benz, en 1926, para formar la hoy conocida marca Mercedes-Benz. La fábrica se llamó Daimler Benz A. G.
Antes, la fábrica Daimler había conseguido prestigio con sus autos Mercedes. Pero el fracaso del equipo Mercedes en la carrera de Indianápolis, en 1923, hizo que el director técnico, Paul Daimler, renunciara. Lo sustituyó Ferdinand Porsche, quien hizo avanzar notablemente la marca y logró que Mercedes ganara la legendaria carrera italiana Targa Florio, en 1924. Dos años después, 1926, su Mercedes ganó el I Gran Premio de Alemania, corrido en el circuito Avus de Berlín.
Porsche diseñó numerosos autos deportivos, que siempre fueron su plato fuerte, una vez constituida la firma Daimler Benz A. G. que llevaron la marca Mercedes-Benz. Entre ellos la serie S de competencia. Los más sobresalientes de esta serie fueron los SS y SSK, que durante 10 años resultaron los autos de carreras más rápidos del mundo. En 1928 construye este Mercedes-Benz SSK, siglas que significan en alemán: Súper Sport Kurz (súper deportivo corto).
De este SSK solo se fabricaron 31 unidades, porque Porsche estaba en plena efervescencia constructiva y diseñaba constantemente nuevos autos deportivos. Este tiene el motor delantero, de seis cilindros en línea, válvulas a la cabeza y un poco más de siete litros de cubicaje (7 069 cc), que daba 225 caballos de fuerza (HP). Tiene una caja de velocidades de cuatro cambios, con tracción posterior. Los frenos son de tambor en las cuatro ruedas.
Su velocidad máxima es de 166 km/h y tiene una aceleración de 0 a 100 km/h en 14,5 segundos. Se destacó por ser el auto más ligero de la época Al año siguiente, Porche lo dotó de compresor, lo cual lo hizo más rápido todavía, pero esa ya es otra historia de Clásicos