El accidente de Mr. Bean se produjo cuando el McLaren F1 de Rowan Atkinson se salió de la carrera y acabó colisionando contra un árbol. Fruto del impacto, el deportivo inglés, que sólo cuenta con 100 unidades en todo el mundo, se incendió y obligó al cómico a abandonar rápidamente el habitáculo. Pese al aparatoso accidente, Mr. Bean no sufrió heridas de importancia.
Éste no es el primer incidente que sufre Atkinson al volante. Este mismo McLaren ya resultó dañado tras un colisión en 1999. Dos años después, Mr. Bean puso a prueba 'la dureza' de un Aston Martin V8 Zagato. La 'mala suerte' de este actor loco por los deportivos de altas prestaciones no acabó aquí: en el año 2009 acabó incendiado un Jaguar de 1952.
El McLaren F1 siniestrado fue adquirido por el actor tras el éxito de la serie que le propulsó a la fama, 'Mr. Bean'. Su precio rondó las 650.000 libras (aproximadamente 745.000 euros).