Scooter Montesa Fura

Creado: Dom, 25/06/2017 - 19:29
Créditos
Willy Hierro Allen
Scooter Montesa Fura

Admirador de la marca española Montesa, quedé pasmado ante este feo proyecto de scooter. A finales de los años 50, Vespa (Grupo Piaggio) ha triunfado en toda Europa y los fabricantes de motos se aprestan a hacer sus propios scooter, incluidos los socialistas alemanes, checos y rusos.
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Cuentan que el propio Pedro Permanyer, cofundador de Montesa, le pidió a su socio Francisco (Paco) Bultó, un proyecto de scooter. Pero don Paco, inmerso en sus motocicletas de carrera, no le tomó mucho interés. Entonces la  tarea le fue encargada a otro ingeniero de diseño en Montesa, Leopoldo Milá, quien sí desarrolló el proyecto.      

Antes de que piensen o califiquen mal de este ingeniero de Montesa, les  daré un par de datos: Leopoldo Milá fue quien, pocos años después, diseñó la Montesa Impala y más tarde la Cota 247, enaltecida y premiada por su diseño en todo el mundo. Y aunque la scooter Montesa Fura nunca se fue a la cadena de producción, Milá demostró aquí su ingenio.

La scooter Montesa Fura se fabricó con chapa de acero de 8 mm, doblada en U invertida con tirantes interiores para reforzar su estructura. El motor procedía de la Montesa Brío 110, de tres velocidades, que en la scooter se accionaba de forma manual, por cable. El motor oscilaba con el basculante y para agilizar su mantenimiento o reparación, se desmontaba con un solo pasador. No obstante se podía acceder a la bujía, el carburador, la batería o el embrague, por unas pequeñas puertas laterales.

También era innovador el sistema de sujeción de los asientos, los cuales estaban colocados sobre guías de metal sujetas con mariposas que se podía ajustar a la distancia preferida entre asiento y manillar. Incluso era posible  montar un tercer asiento en esas mismas guías o una rueda de repuesto si era necesario. Todo muy práctico y económico.

Pero cuando la scooter española Montesa Fura se presentó en el Salón de Ginebra de 1958, no lucía bien. Era demasiado grande, pesada, fea y no cumplía con los estándares de sus rivales, las scooter italianas Lambretta y Vespa. La scooter Montesa Fura no logró convencer al público ni a sus posibles clientes y quedó ahí, solamente en un prototipo.
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Pedro Permanyer no abandonó su idea de construir un scooter e hizo otro intento, que tampoco resultó muy satisfactorio. Finalmente Montesa nunca fabricó un scooter al nivel de sus magníficas motocicletas. Al cabo del tiempo se volvió a nombrar Fura a otro modelo de Montesa, bien distinto, pero esa ya es otra historia.

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Willy Hierro Allen