Estamparse un burro en el casco, para sentenciar su metedura de pata en Indianápolis, revelan la modestia y el carisma del mejor piloto de todos los tiempos. Así lo hizo saber en San Marino, un circuito enclavado a catorce km de su Tavullia natal, donde sentó cátedra, firmando su sexto GP del curso. Y para hacer más espectacular su victoria la celebró con orejas de burro en el podio. ¡Un show a lo Valentino!
Siete vueltas de infarto y luego la calma. Ni Lorenzo ni Pedrosa siguieron el ritmo del campeón y fueron relegados a la segunda y tercera posición, de esta manera la Marca de los Diapasones se apuntó otro convincente doblete. Con este resultado, a mi modo de ver las cosas, quedó sentenciado el mundial, al menos la primera y segunda plaza. Si Stoner regresa, como todos esperamos, Dani no la tendrá fácil.
Después de la firma de Lorenzo por Yamaha, renunciando al contrato millonario que le ofreció Ducati, y de lo visto en San Marino, me atrevo a asegurar que el mallorquín comprendió que no es el momento de vencer a Rossi ni dejar Yamaha. Estar en ese equipo le da mucha escuela y compartir con Il Dottore (aunque lo separa un muro) es un privilegio. Más temprano que tarde el español tendrá su momento.
Otra cosa me quedó clara en San Marino, Pedrosa necesitaría un misil para plantarle cara a los de Yamaha. Las motos del Ala Dorada se vieron rapidísimas, no solo las oficiales, sino también las de Gresini. Dani se quejó de la moto en la conferencia de prensa, acusando fallos después de quedarse sin combustible finalizada la carrera. Tanto Rossi como Lorenzo lo pasaron por sus errores de pilotaje y luego no pudo seguir con ellos.
Otra actuación destacada se la anotó Capirossi, demostrando que la Suzuki que montará Bautista el año que viene tiene para dar batalla. Dovizioso (Repsol Honda) tuvo que forzarse al máximo para finalizar, una vez más, en cuarto lugar. Quedaron en la primera curva, luego de la arrancada: De Angelis (Honda Gresini), Colin Edwards (Yamaha Tech 3) y Nicky Hayden (Ducati) quienes fueron condenados a ver la carrera desde bóxers.