Por vez primera Peugeot unió fuerzas a la empresa BDC International y debutó en el clásico del pedal cubano.
Dicen los entendidos que en el ciclismo de ruta lo más importante no es ganar, sino llegar hasta la meta luego de comenzada una carrera por etapas. Bajo esta filosofía arrancó el pasado 9 de febrero, en la oriental ciudad de Baracoa, uno de los equipos debutantes de la recién finalizada Vuelta Ciclística a Cuba, que celebró su edición 35. Se trata de Peugeot-BDC International, una sexteta dirigida por Valentín Rodríguez y conformada por los corredores españoles Joaquín Sobrino, Sergio Casanova, Iván Martínez, Joseba León, José Diez y David Belda.
Desde entonces, con sus altas y bajas, los pedalistas sortearon las dificultades en la Vuelta más difícil desde su reinicio en el año 2000. Fueron trece días de intenso pedaleo, en el que arrancaron 133 almas en busca de los diversos lideratos que se disputan en cualquier carrera de ruta por etapas. De todos ellos culminaron 105 y 22 equipos, pues Emiratos Árabes Unidos no completó los 1791 kilómetros de recorrido. Mas los muchachos de Peugeot regresarán a casa con la satisfacción de haber culminado todos el trayecto.
”Esta es una carrera eminentemente llana y con mucho viento, dijo Belda a Excelencias del Motor. No estamos acostumbrados a este asfalto. Es la primera carrera del año y me llevo buena impresión. Se rodó muy bien e hizo calor, que sirve de entrenamiento para el resto de la temporada. En Europa no se puede practicar el ciclismo en este tiempo debido a las bajas temperaturas. Si cambiaran la contrarreloj e incluso tuviera más etapas montañosas, la Vuelta sería aún mejor. Estoy contento con lo que hecho, aunque no satisfecho. Agradezco además a mis patrocinadores de Peugeot y BDC, porque sin ellos sería imposible que hubiéramos estado aquí presentes“, añadió.
Por su parte, Joaquín Sobrino confesó llevarse una buenísima impresión en su primera incursión por la geografía cubana. ”No pudo ser en un lugar mejor mi primera carrera de la temporada. Creo que no llegamos con el suficiente entrenamiento, pero la Vuelta es impresionante y el apoyo de la gente asombroso. En teoría, al estar poco entrenados el paso de los días debió ponernos más en forma. Comencé la carrera bajo los efectos del cambio de horario, y la comida me hizo daño inicialmente. Poco a poco entré en forma, lo que me permitió ser más combativo en las llegadas. Si tengo la oportunidad de regresar para el año próximo trataré de estar lo mejor preparado posible en aras de obtener victorias parciales y luchar por alguna clasificación. Me encanta este pueblo y da gusto correr con ellos“, dijo Sobrino.
La máxima fiesta del pedal cubano fue dominada por el cubano Arnold Alcolea, líder de la clasificación general individual por segundo año consecutivo. El venezolano Wilmen Bravo se alzó con el premio de la regularidad, en tanto su coequipero José Alarcón dominó en los apartados de montaña y sub 23. Finalmente, el tunero Jan Carlos Arias vistió de azul al agenciarse el trofeo de metas volantes.
Por el equipo Peugeot descolló Belda en la clasificación general individual, con el puesto 20. Sobrino fue el más combativo y ancló quinto en la regularidad al acumular 58 puntos. Asimismo, se encaramó cinco veces en el podio con igual número de terceros lugares, y estuvo entre los diez primeros en ocho ocasiones. Del resto de los integrantes del equipo, Sergio Casanova se recuperó de los aciagos primeros días y marcó 11 puntos en las rayas intermedias, además de protagonizar varias escapadas. Joseba León, Iván Martínes y José Diez hicieron ”la tarea del indio“ y se dedicaron a proteger sus compañeros en la carretera, un trabajo que muchas veces es obviado en el ciclismo, pero es el que da los resultados a los líderes de cada conjunto la mayor parte de las veces.
Así, luego de casi dos semanas de competencia, la Vuelta despidió sus protagonistas con un deje ansioso en el rostro, pues el próximo febrero es aún distante y las ganas de pedalear todavía son muchas.