No quiero hablar de la recuperación de Yamaha este curso, de la remontada de Lorenzo, del talento y lucha de Rossi por conseguir otro título. Quiero hablar de Márquez, quien además de correr para Repsol Honda fue juez y parte en la decisión del campeonato 2015.
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No podemos culpar a otra persona porque solo él, Márquez, lo tomó muy personal contra Valentino y su trabajo, al final de temporada, no fue otro que entorpecer el camino del motociclista más laureado y mediático de todos los tiempos. Marc no tenía opciones de nada, podía arriesgarlo todo en cada una de las últimas carreras. Pero no, solo batalló a muerte contra el italiano y la mejor muestra de sus intenciones las vimos en Malasia.
Pero eso ya pasó, ya la FIM tomó sus decisiones (buenas o malas) y ya Rossi salió último en el GP de la Comunidad Valenciana. Valentino, de esta manera, solo podía aspirar a ser cuarto y lo fue, con la cooperación de sus adversarios, lo que manifestó el desacuerdo de cada uno de ellos con las decisiones que perjudicaron al de Tavullia.
En la punta rodaron tres, todo el tiempo, y la diferencia con Rossi superó los trece segundos, a Valentino solo le quedaba esperar. Lorenzo (Yamaha), Marc Márquez (Honda) y Dani Pedrosa (Honda) formaron un trio inalcanzable y la acción de cada uno de ellos decidió el mundial. Todos hicieron su trabajo, pero no cabe duda que Márquez hizo de diablo.
Lorenzo fue por la victoria y la logró, con pole el sábado y de principio a fin el domingo. Pedrosa, quien parecía más débil, trazó una estrategia que le dio dividendos al final y fue el más rápido en las postrimerías de la carrera. Márquez, por su parte, fue el escudero de Lorenzo, sin un guiño de amenaza, de intento de rebase, sin molestarlo. Pero hizo más, le cerró la puerta a Dani cuando vino por Lorenzo, porque él sabía que tanto la moto de Pedrosa como la de él podían pasarle factura a la Yamaha.
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No pasó, Lorenzo se llevó la bandera a cuadros más su quinto título y Márquez realizó el mejor trabajo: no para Honda, no para Yamaha, sino para España, que un año más es campeona en la máxima categoría del motociclismo, la MotoGP.