Calle G o Avenida de los Presidentes

Creado: Dom, 10/03/2019 - 16:36
Autor: Leonel Nodal
Avenida de los Presidentes

La calle G suele confundir a visitantes extranjeros o incluso cubanos cuando buscan en La Habana una dirección.

Al llegar al lugar indicado se topan con una doble vía de ancho paseo central, bordeado de frondosos árboles y jardines, identificada en cada esquina como Avenida de los Presidentes. Los dos nombres son válidos. G es la letra correspondiente a esa arteria según el orden alfabético de las calles del capitalino barrio del Vedado en esa zona, el más utilizado por los habaneros.

En realidad, la historia de la calle G comienza en 1860, cuando el ingeniero Luis Yboleón Bosque realizó el proyecto del reparto El Vedado, según precisa el investigador Jorge Pávez Ojeda en su libro “El Vedado 1850-1940 de monte a reparto”, citado por las arquitectas Evelyn Gómez Anchia y Tamara Cabrera Ramírez en un texto académico publicado en 2005.

Los valores que distinguen a esta avenida, además de su carácter de calle-parque, refieren las citadas arquitectas, son el gran número de esculturas situadas en el paseo central, por lo que constituye hoy uno de los conjuntos escultóricos más importantes de la ciudad.

La Calle G o Avenida de los Presidentes

Calle G o Avenida de los Presidentes

Desde sus inicios, la gran avenida se denominó Calle G, pero la ubicación en 1921 del monumento a Tomás Estrada Palma, primer presidente de la República (1902-1906) y la intención de emplazar allí a los sucesivos mandatarios condicionó que comenzara a llamarse Avenida de los Presidentes.

El espléndido paseo, uno de los más bellos y frecuentados de la capital, comienza en el litoral y culmina en la Avenida Salvador Allende, originalmente llamada Carlos III en homenaje al monarca español. Sus cuidados jardines invitan al reposo, a la reunión amorosa o la lectura.

A ambos lados se encuentran en sus cercanías importantes centros culturales, recreativos y turísticos como son el Hotel Presidente, el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Casa de Las Américas, el Museo de la Danza, el histórico Hospital Calixto García, el Castillo del Príncipe y la Quinta de los Molinos.

Su comienzo en una explanada frente al Malecón habanero estuvo custodiado por un Monumento al Mayor General de las guerras de Independencia Calixto García Iñiguez, que debió ser trasladada en 2018 a otro sitio más protegido, después de sufrir serios destrozos causados por un poderoso huracán.

La calle G en Cuba

Le seguía una estatua dedicada a Tomás Estrada Palma, derribada por el pueblo, en enero de 1959, al triunfo de la Revolución cubana, en franco repudio a sus decisiones a favor de la intervención política y militar de Estados Unidos en los asuntos de Cuba que perjudicó su independencia y soberanía.

Concebido por el artista italiano Giovanni Nicolini, el conjunto contaba con una estatua de bronce de Estrada Palma situado sobre un pedestal de estilo clásico de la que solo se conservan sus zapatos, que formaban parte del zócalo original de la escultura y no pudieron ser arrancados.

Desde 1999, nuevos monumentos fueron llegando a la Avenida de los Presidentes para rendir homenaje a la historia de la gesta libertadora americana de una perspectiva de de soberanía e integración.

Hotel Presidente en la Calle G

La primera estatua corresponde al Libertador Simón Bolívar, en la denominada Plaza de Venezuela. Se trata de una réplica de la que existe en Caracas y fue donada por el gobierno venezolano.

Al seguir el ascenso por el paseo central se encuentran el monumento al general independentista ecuatoriano Eloy Alfaro, amigo del apóstol de la independencia de Cuba, José Martí.

A seguidas aparece la estatua del Benemérito de las Américas, Benito Juárez, abrazado por la bandera mexicana, que le cae desde su espalda.
La próxima parada corresponde al monumento dedicado al presidente de Panamá, Omar Torrijos, quien ganó un lugar histórico en el seno del pueblo istmeño al recuperar la soberanía sobre el Canal.

Muy cercano a la calle 23, se alza desde el año 2003 un monumento al gran amigo de Cuba y presidente mártir chileno Salvador Allende, donado por la provincia española de Badajoz, Extremadura, a iniciativa de la escultora Mónica Bunster.

A la altura de la calle 29, se alza el fastuoso complejo monumental dedicado al presidente José Miguel Gómez, quien alcanzó grado de mayor general en la Guerra de Independencia, figura controversial por las denuncias de turbios manejos del erario público, pero muy popular.

La calle G foto desde un balcon

Financiada mediante colecta pública nacional de un máximo de 20 centavos, la obra del arquitecto italiano Giovanni Nicolini fue inaugurada el 18 de mayo de 1936, dos días antes de que tomara la presidencia el hijo del homenajeado, Luís Mariano Gómez.

A pesar de los excesos decorativos y el atraso del lenguaje, según las arquitectas Gómez y Cabrera, por su excelente factura el monumento es el más significativo de la Avenida y se considera un hito dentro de la zona, debido a su emplazamiento y a sus imponentes proporciones. En la actualidad es uno de los conjuntos de mayor valor del barrio del Vedado.

Sin dudas uno de los sitios relevantes al que cada día son más los turistas que acuden a tomarse una foto del recuerdo de esta Habana a punto de celebrar 500 años de su fundación.

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Sobre el autor

Corresponsal y periodista de Prensa Latina.