Enzo Ferrari no era un personaje de abolengo como la mayoría de los nobles italianos de su época. Pero su coraje en la pista e inteligencia de mecánico exquisito, le dieron el lustre y linaje requeridos para poder utilizar el símbolo del conde Baracca, un legendario piloto de guerra de las Fuerzas Aéreas italianas en la 1ra. Guerra Mundial, cuyo escudo de armas era un caballo negro encabritado. Este conde, as aviador, pintaba en el lateral de sus aeroplanos, ese escudo.
El hoy conocido ”cavalino rampante“ del logotipo de Ferrari, no se usó por primera vez en automóviles, sino en aviones de guerra durante la primera conflagración mundial (1914-1918). Fue la identificación de uno de los pilotos militares italianos más famosos de su tiempo: el conde Francesco Baracca. Este asso (as) de las Fuerzas Aéreas italianas, ordenaba pintar al costado de la aeronave de combate que pilotaba, su símbolo de guerra.
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Como suele suceder, los héroes mueren jóvenes. El 19 de junio de 1918, el conde Baracca murió en combate cuando su avión fue derribado, para convertirse en un verdadero héroe nacional italiano. Según reza en su bitácora personal de vuelos, Francesco Baracca ya había realizado 34 duelos aéreos victoriosos y participó activamente en las misiones más peligrosas de su escuadrón, el famoso ”Battaglione Aviatori“.
Sobre el caballo negro encabritado, existen tres versiones. La primera viene del principio de las Fuerzas Aéreas italianas, cuando aún esta arma (la aviación de guerra) no tenía independencia administrativa y dependían de algún regimiento de caballería. Así era el caso del escuadrón de Baracca. Y se asegura que el joven teniente Francesco era un excelente jinete, el mejor de todo su regimiento de caballería. El principal ”cavalieri“ de su escuadrón.
La segunda cuenta que la familia nobiliaria Baracca era conocida por sus fabulosas cuadras de cría de caballos que poblaban profusamente sus fincas en tierras de Lugo di Romagna y que el juvenil Francesco, en fiel evocación al patrimonio familiar, tomaba la imagen del caballo negro encabritado, probablemente muy similar al rocín que cabalgaba en la niñez. Y la tercera es que el aviador italiano copió a cierto rival alemán, natural de la ciudad de Stuttgart.
Lo cierto es que en el escudo de la ciudad germana de Stuttgart, existe un caballo encabritado. A propósito, el logotipo de los automóviles marca Porsche cuya sede está en Stuttgart, tiene también el caballo encabritado que, cuentan, Ferdinand Porsche tomó del escudo de la ciudad.
¿Y cómo se conocieron la noble familia Baracca y Ferrari? El 17 de junio de 1923, Enzo Ferrari gana la carrera del circuito italiano Savio de Ravena. Entre las personas que acuden a felicitar al entonces joven corredor de automóviles, está la condesa Paolina, madre del héroe caído Francesco Baracca. Ambos conversan y la condesa le sugiere a Enzo que use el símbolo del caballo encabritado en su auto, pues de seguro le daría suerte. Y Ferrari aceptó encantado porque conocía la historia del heroico aviador.
Sin embargo, en esa época Enzo Ferrari era corredor de la escudería italiana Alfa Romeo y los directivos de esa marca no le permitieron usar ningún símbolo en sus vehículos. Pero en 1932, Enzo Ferrari era favorito para ganar las 24 Horas de Spa (Bélgica) y pidió usar el símbolo en su auto. Los de Alfa Romeo aceptaron y fue la primera vez que Ferrari pinta el caballo en su carro de carreras. Ferrari se alzó con la victoria absoluta.
De ahí en adelante, Enzo Ferrari usó el caballo negro encabritado en sus autos de competencia. Luego añadió el color amarillo de fondo para identificar su ciudad de nacimiento: Módena, así como las finas líneas verde, blanca y roja de la bandera italiana en la parte superior del escudo. Y cuando Ferrari hizo su propia escudería, agregó al conocido símbolo las letras ”S“ y ”F“ (que significan Scuderia Ferrari).
Finalizada la 2da. Guerra Mundial (1939-1945), Enzo registró su propia marca de automóviles (Ferrari) y como logotipo: su escudo con el cavalino rampante negro sobre fondo amarillo, las tres líneas superiores (verde, blanca, roja) y las siglas S y F.