Aunque tres décadas después de su aparición en diversas construcciones, el aire acondicionado se incorporó lentamente a la Industria automotriz. Hoy, gracias a sus adelantos técnicos, resultan casi imprescindibles en amplias áreas geográficas.
En 1902, el Ingeniero Willis H. Carrier instala en Nueva York, en una fábrica de papel, lo que sería considerado el primer equipo de aire acondicionado eléctrico. Controlaba la temperatura y la humedad; esta última, imprescindible para obtener los grosores requeridos en las bobinas de papel.
La industria automotriz demoró hasta el 7 de Octubre de 1935 en acercarse con posibilidades al beneficio del aire acondicionado cuando en esa fecha, la Houde Engineering radicada en Buffalo, Nueva York, presenta una patente que ampara el sistema denominado Air Cooling Unit for Automobiles; aprobada el 16 de noviembre de 1937.
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Una grande del automovilismo, la Packard, se convierte en la primera compañía en incorporar a algunos de sus autos la innovación, que resulta complicada y voluminosa, ocupando espacios bajo el capó y el maletero del auto. Comisiona a la Bishop & Babcock de Cleveland para instalar el sistema en 2 000 vehículos que serían habilitados en dicha fábrica y entregados posteriormente a los agentes de venta de la Packard.
La oferta de la compañía no resultó bien aceptada por los compradores, dado que el espacio del maletero se reducía a la mitad para instalar el evaporador y el ventilador; el sistema de tuberías entre el maletero y el espacio del motor, incluido el drenaje del agua resultante de la evaporación (había varios) no funcionaban correctamente. Además, costaba algo más de US$5000 a precios de 2021. La Packard abandonó este proyecto en 1941.
El Hupmobile (1900-1939) fue otro auto que a fines de los años 30 trató de incorporar un sistema al que denominó Evan Air, como parte de las ideas para sacar a flote la Compañía que, en definitiva, desapareció a fines de esa década.
📷 Primer auto con aire acondiconado: https://www.motoryracing.com/
Después de algo más de una década, el aire acondicionado vuelve a ser noticia en el mundo automotriz cuando en 1953, la Chrysler Motors, incorpora el sistema Airtemp a su modelo Imperial. No alcanzaba el standard de hoy, pero resultaba más compacto que los equipos Frigidaire (marca de la GM) que en ese momento ofertaba la General Motors en algunos de sus modelos Buick, Oldsmobile y Cadillac. Los sistemas de evaporación y compresión ocupaban espacios separados; uno en el maletero y otro bajo el capó, haciendo su montaje y mantenimiento más trabajoso. Se requería algo superior en prestaciones y comodidad.
La bien conocida en Cuba Nash Motor Company desarrolló en 1939 un sistema que denominó Weather Eye, capaz de mantener una temperatura prefijada en el interior del auto, agregando un termostato que combinaba la entrada de aire del exterior y su acción sobre el radiador del motor; ofreciendo calefacción al interior del vehículo. El sistema fue mejorado en 1954 cuando denominó All Weather Eye, a un equipo compacto, capaz de brindar indistintamente frío o calor; según necesidad del conductor.
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Debemos tomar en cuenta que la Nash formaba parte del Consorcio Nash-Kelvinator. Esta última era conocida mundialmente por sus sistemas de refrigeración y en particular, por sus refrigeradores domésticos y comerciales. Esta unión le daba ventajas adicionales al Nash para la creación del Áll Weather Eye, precursor de los equipos que conocemos hoy, donde todo el conjunto compresor-evaporador se encuentra conectado al volante del motor mediante una correa. Un embrague electrónico acoplado, lo conecta / desconecta acorde con la temperatura escogida en el panel de control del auto.
Este sistema se ofertó en 1954, momento en que la Nash-Kelvinator y la Hudson Motors se unen en lo que sería hasta 1987, la American Motors Corporation (AMC), absorbida por la Chrysler Motors. En los distintos modelos que fabricó en ese período, el sistema All Weather Eye era asequible; constituyendo el patrón de referencia para los diferentes sistemas de A/A que se fabricaron durante más de 40 años.
Actualmente, los sistemas incorporan mayores prestaciones, aprovechando el desarrollo de modernos chips y otros adelantos de la informática. Pero el principio del Äll Wëather Eye de la Nash es válido aún.
