¿QUE COMBUSTIBLE USAREMOS? (I PARTE)

Creado: Mié, 08/02/2023 - 18:46
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Alfonso Cueto Álvarez
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Por más de un Siglo, el binomio gasolina-diesel ha sido la fuerza propulsora indiscutible del transporte terrestre. En estos momentos y por diversas causas que han coincidido en el tiempo, el binomio resulta cuestionado hoy con enorme fuerza. ¿Qué combustible usaremos?

 

A partir de los años 20 del pasado siglo, los combustibles antes mencionados ocuparon un lugar indiscutible en la producción de vehículos de combustión, superando las variantes a batería eléctrica y vapor. Solamente la llamada Crisis del combustible a principios de los años 70, comenzó a cuestionar esta matriz energética, cuando muchos fabricantes comenzaron a usar el diesel en los automóviles, algo que algunas compañías ya hacían desde antes, aunque no era la norma a nivel internacional.

El dominio del grupo gasolina-diesel, no constituía el 100 % del total de combustible a consumir. Uno de los utilizados como alternativa, incluso hasta hoy, es el conocido como LPG, que hasta hace pocos años alimentaba alrededor de 16 millones de vehículos de diverso tipo, aunque esta cifra solo constituye el 3 % de los aproximadamente 600 millones en servicio en ese entonces.

Su utilización era muy puntual en un grupo de países, los más representativos: Turkiya, Sur Corea, Polonia, Italia y Australia; aunque en países como Japón, resulta muy usado en el numeroso servicio de taxis. La principal dificultad en lograr una cobertura mayor del mercado, consiste en la infraestructura necesaria para llevar el LPG hasta lugares remoto. Además, por ser un derivado del crudo, en menor medida que la gasolina y el diesel, también resulta contaminante.

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Como otra forma de gas diferente al LPG y a fin de no confundirlos, debemos mencionar el gasógeno, así llamado al equipo capaz de crear gas a partir de la leña, el carbón u otras materias orgánicas, que a pesar de brindar un menor poder calórico, resuelven, en momentos difíciles para la obtención de la gasolina o el diesel, la alimentación de los motores de combustión. Así ocurrió en el periodo entre las dos Guerras Mundiales, aunque puede encontrarse en lugares aislados, donde es difícil o imposible otra forma de combustible.

El principio básico en estos sistemas es la creación de monóxido de carbono que al mezclarse con agua genera hidrógeno. Se calcula que en el periodo mencionado se convirtieron a gasógeno alrededor de 500 000 vehículos.

Desde hace algunos años, los altos niveles de contaminación atmosférica y su influencia en el Cambio climático, muchos países o grupos de ellos (Como la Unión Europea) se han trazado planes para eliminar los vehículos de combustión considerando haber completado este plan para el 2035. Para ello se trazaron diversas variantes que en la actualidad, debido a la situación bélica creada en Europa, seguramente sufrirá variaciones, tal vez profundas.

Entre las posibles sustituciones a los actuales combustibles más utilizados, se han considerado los siguientes:

La pila de combustible (Fuel Cell):

La primera pila de este tipo se inventó por Sir William Grove en 1838, aunque solo fue reconocido como un logro científico. En 1932, casi un siglo después, Francis Thomas Bacon inventa la pila de Hidrógeno-Oxígeno, conocida en su momento como Pila Alcalina de Combustible. Esta tecnología, no tuvo uso práctico hasta los años 60, cuando la NASA comenzó a utilizarla en Satélites y vehículos espaciales. Los costos de la tecnología no propiciaron su difusión, como hoy, a vehículos terrestres y marítimos.

Existen varios tipos de estas pilas de hidrógeno según la tecnología aplicada. El rendimiento  de las mejores puede alcanzar una eficiencia de hasta el 85 %. Una de sus ventajas es que durante la entrega de electricidad, solo dejan como residual vapor de agua; aunque algunas, según su construcción, pueden generar pequeñas cantidades de dióxido de nitrógeno, un contaminante no deseado.

Algunas firmas automotrices como Honda, Toyota, Hyundai y Mercedes-Benz, han creado vehículos con este tipo de combustible a partir del 2015; sin embargo, la perspectiva de masividad de los mismos tendrá que enfrentar algunas cifras interesantes: 

  • A fines del 2019 circulaban en el mundo alrededor de 18 000 vehículos movidos por Fuel cells, con 330 estaciones de carga. Existen en el mundo algo más de 600 millones de automóviles; la diferencia es abrumadora en cuanto a la infraestructura que debía crearse para alcanzar el nivel de los combustibles tradicionales. 
  • El costo de una estación (Servicentro) para este tipo de combustible, está entre US$ 1 a 4 Millones
  • En 2022 se cuestionó la Fuel Cell argumentando que la producción de sus partes y la extracción de minerales para su funcionamiento, creaban fuentes contaminantes que igualaban las generadas por la combustión de otros derivados del petróleo.  

Ante este escenario, las ideas se volcaron hacia el uso directo del Hidrógeno en los motores, aunque se le denominó Hidrógeno Gris, debido a que no era tan limpio como se decía. Otra etapa se avecinaba; esta vez con el agravante de la contienda bélica en Europa. (Continuará)

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Alfonso Cueto Álvarez

Sobre el autor

Lic. Ciencias Sociales en 1985. Trabajó en distintas actividades en el MITRANS desde el año 1964. Libros editados: Los abuelos de los almendrones, Tranvías y trenes eléctricos y en proceso Los automóviles aristócratas lujosos y herejes.