Chevrolet Styleline Special Coupe 1950, ¡ahora es una bala!

Creado: Dom, 27/05/2018 - 18:02
Autor: Jorge E. Wong
Chevrolet Styleline Special Coupe 1950, ¡ahora es una bala!

A sus 47 años, Frank Collazo es chófer desde que tiene memoria. Esta es su profesión y su pasatiempo preferido. Tanto, que muchos domingos la familia los pasa en el club de autos A lo Cubano, al cual está inscripto su Chevrolet Styleline Special Coupe 1950. Convertir este auto en algo divertido de conducir ha sido el objetivo de Frank desde que lo adquirió, hace más de 10 años.

Lo encontró, en San Antonio de los Baños, un simpático pueblecito a unos 35 km al sur-oeste de La Habana, en las manos del director del hospital local. El auto lo había comprado, originalmente, el padre de este a principios de 1951. Pero la medicina y la mecánica reclamaban mucho tiempo y el Chevy era un paciente que envejecía sin remedio, demandando una atención extraordinaria.

Un amigo avisó a Frank de la venta, y le retó a mejorar el auto al nivel de su Ford 1949, que mantenía original con motor V8 –Ford ofreció motores V8 antes que Chevrolet– de mayor potencia. Collazo, sin embargo, tenía muchas ideas para transformar el sencillo Chevrolet Styleline Special Coupe, en un auto desafiante y rápido.

Chevrolet Styleline Special Coupe 1950

Lo primero fue quitar el dócil Stovebolt de 6 cilindros y 90 CV para colocar el revulsivo motor del Chevrolet Chevy 230 argentino, de 1969. Es un motor similar en dimensiones al Stovebolt, pero con 144 CV  de potencia, que sentó catedra en las competencias de Turismo de Carretera de Latinoamérica.

Este cambio hizo retemblar el carro, pero dejó claro la necesidad de cambiar la transmisión, buscando relaciones capaces de aprovechar mejor la curva de este motor. Entonces Frank le “encajó” una caja manual, de cinco cambios, para dejar en el olvido las tres marchas originales. Igual resolvió uno de los mayores problemas de los Chevrolet de esta época: el diferencial y los semiejes traseros que, siendo ambos diferentes en longitud son un problema cuando se parten. La solución fue sustituir el puente trasero por el del Chevy 230 que ya mencionamos. Básicamente hablamos de un Chevy 230, ¡con caja de cinco cambios!

Chevrolet Styleline Special Coupe 1950

El trabajo en la imagen complementa el espíritu del auto. Reparó la carrocería inspirado en fotos de coleccionistas, diseñó el trabajo de pintura, al cual añadió detalles –como las franjas longitudinales– para acentuar el carácter deportivo, con un ligero giño NASCAR. Los toques finales incluyen un tacómetro, reborde de la pizarra y un timón deportivo de la marca, para complementar una vestidura que es lo menos logrado de todo el trabajo. ¿El Ford 1949 de su amigo?... ¡a veces se acerca algo en el retrovisor!

Sobre el autor

Graduado de Ingeniería Mecánica Automotor en el Instituto Superior Politécnico José Antonio Echevarría (I.S.P.J.A.E.), en 1987.  Ha desarrollado toda su vida laboral dentro del sector automotriz. Ha colaborado de manera ininterrumpida, desde 1987, en diferentes publicaciones dedicadas al transporte –y en específico al automovilismo- entre las que se encuentran las revistas Transporte y Sendas, ambas adscritas al Ministerio de Transporte de Cuba. Es fundador de nuestra publicación, desde su número piloto, y ha colaborado en otras publicaciones del Grupo Excelencias.