Bosch, el proveedor líder mundial de tecnología y servicios, optimiza los motores de combustión interna mientras fortalece la movilidad eléctrica.
En conferencia de prensa, Bosch ofreció un balance del pasado año y presentó varias de sus predicciones de consumo y mercado. La compañía pronostica que, en 2030, aproximadamente el 75 por ciento de todos los vehículos turismos y comerciales ligeros nuevos todavía serán propulsados por un motor de combustión interna. Por ello, continuará invirtiendo cantidades considerables en la optimización de los motores de gasolina y diésel.
La empresa está utilizando la inteligencia artificial (AI) para desarrollar aún más este tipo de motores. Como ejemplo, Bosch está usando la AI para controlar de manera predecible el tratamiento de los gases de escape de acuerdo con los patrones extraídos del comportamiento de conducción individual, ya que esto puede reducir aún más las emisiones de los vehículos.
No obstante, espera que los vehículos eléctricos desempeñen un papel importante en los esfuerzos para mejorar la calidad del aire en las ciudades. En el emergente mercado a gran escala de la electromovilidad, Bosch se esfuerza por convertirse en líder del mercado.
Para 2025, la compañía pretende alcanzar 5 000 millones de euros en ventas en esta área, diez veces más que en 2018. Los componentes de Bosch para este tipo de propulsión equipan ya a más de un millón de coches eléctricos en todo el mundo. Para finales de 2022, esta cifra aumentará a 14 millones. A fecha de hoy, la compañía ha llevado a cabo proyectos de propulsión para 50 plataformas de vehículos eléctricos. Solo el año pasado se obtuvieron 30 proyectos.
“El cambio climático no es ciencia ficción, está sucediendo realmente. Si vamos a tomarnos en serio el Acuerdo de París, entonces la acción climática no debe de contemplarse solo como una aspiración a largo plazo, sino que debe de suceder aquí y ahora", dijo Dr. Volkmar Denner, presidente del Consejo de Administración de Robert Bosch GmbH, en la conferencia de prensa anual de la compañía.
“También nos tomamos muy en serio las preocupaciones de la gente sobre la calidad del aire en las ciudades. Como líder en innovación, queremos ofrecer soluciones tecnológicas a los problemas ecológicos”, agregó.
Esta es la razón por la que, por un lado, Bosch está intensificando sus, ya de por sí, exitosos esfuerzos para reducir su producción de CO2. “Seremos la primera empresa industrial importante en lograr el ambicioso objetivo de la neutralidad de carbono en poco más de un año”, anunció Denner.
“Las 400 localizaciones de Bosch en todo el mundo serán neutras en CO2 a partir del próximo año”. Para conseguirlo, la empresa se basa en cuatro ejes principales: aumentar la eficiencia energética, incrementar la proporción de renovables en su suministro de energía, comprar más energía verde y compensar las emisiones de carbono inevitables. Esto evitará unas emisiones de 3,3 millones de toneladas de CO2 para 2020.
Por otro lado, Bosch también persigue un objetivo ambicioso en lo que respecta a la calidad del aire. “Queremos reducir la contaminación del aire procedente del tráfico a prácticamente cero. Para conseguirlo, estamos mirando más allá del capó del automóvil", puntualizó.
En este empeño, la compañía basará sus actividades en tres pilares: Bosch está desarrollando tecnologías de propulsión de baja contaminación, está trabajando con gobiernos municipales en proyectos para mantener flujos de tráfico estables y está llevando a cabo un sistema propio de gestión de la movilidad en sus emplazamientos.
