El recién presentado coche eléctrico ruso, Avtotor Amber, ha llamado la atención por razones inesperadas. Esta creación de la Universidad Politécnica de Moscú, aunque innovadora, ha despertado más risas que admiración.
El coche eléctrico ruso, Amber, se ha convertido en el blanco de numerosos memes y comentarios sarcásticos en línea. Desde su aspecto hasta sus pretensiones tecnológicas, parece que no ha logrado convencer al público. Se ha ganado un puesto en los coches más feos de la historia. ¿Será el resultado final o tendrán que dar un paso atrás?
El diseño atípico ha propiciado una ola de reacciones humorísticas en las redes sociales. Se une a una selecta competición, que ha sido señalada por los foreros al Fiat Multipla, el Reliant Robin el Pontiac Aztek o el Tata Nano.
A nivel técnico, el primer coche eléctrico ruco, a priori, no aporta nada nuevo. Su logro es para la industria automovilística rusa por ser un proyecto completamente nacional, pero el debate sobre su estética ha eclipsado cualquier avance técnico que pueda ofrecer.
Avtotor, el fabricante detrás de Amber, tiene planes ambiciosos. Se espera que la producción en serie comience en el cuarto trimestre de 2024, con un objetivo de fabricar 50 mil vehículos al año, según Archyde. Pero, ¿será suficiente para superar su reputación inicial?
Respecto a esta producción, Avtotor no solo planea ensamblar estos coches, sino también vender de forma independiente componentes clave como motores eléctricos y baterías. Este es un paso importante para la autosuficiencia tecnológica de Rusia en el sector de coches eléctricos.
A pesar de estos esfuerzos, el diseño del Amber, el primer coche eléctrico 100% ruso, ha generado dudas sobre su éxito en el mercado. Las reacciones en línea van desde la incredulidad hasta la burla, con muchos usuarios cuestionando tanto su estética como su viabilidad.
El Avtotor Amber, aunque un logro técnico para Rusia, se ha ganado un lugar poco envidiable en la historia automovilística. No solo por ser el primer coche eléctrico ruso, sino también por postularse como uno de los vehículos posiblemente menos agraciados de la historia.
