Julio Verne sabía que algún día se daría la vuelta al  mundo en 80 días, lo que no se imaginaba es que esta vuelta al mundo iba  a resultar ser una competición entre cuatro países a bordo de sendos  medios de transporte eléctricos que emiten cero emisiones de CO2 a la  atmósfera. Esta competición llamada, Zero Emissions Race, era un sueño  del profesor suizo, Louis Palmer, que en 2009 tras dar la vuelta al  mundo en año y medio a bordo de un taxi solar creado por él mismo,  decidió crear una carrera para coches y motos que empleasen energía  eléctrica para funcionar.