Un automóvil Ford A modelo Sedán Tudor, está rodando en La Habana para felicidad de su propietario y amigos, quienes lo devolvieron a la vida después de una concienzuda restauración llena de voluntad, deseos y buen gusto.
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De todos los Pontiac que ruedan en Cuba, probablemente este sea el único que no ha conocido la antorcha del chapista. ¿Cómo fue posible conservar este auto durante casi 60 años?
Los clubes Amigos del Motor, Motos Japonesas y Fiat de Cuba aderezados con la "banda sonora" del Taller Triple A; organizaron en la tarde de este domingo todo un espectáculo dedicado los amantes del mundo del motor en la capital.
Entre lo que más vale y brilla del automovilismo habanero, en lo referente a potencia y velocidad, está el Chevrolet de Piti, un aficionado al arte del ”tuning“ que ha hecho de un Chevy de 1951, una maravilla sobre ruedas.
Excelencias del Motor, les presenta escenas inéditas filmadas hace más de medio siglo en las cuales usted puede transportarse y conocer como se vivía la pasión por el mundo del motor en esa época.
En el km 2 ½ de la carretera de Mar Verde, en la zona oriental del país se inauguró una moderna instalación a cargo de las empresas CUPET, petrolera cubana y TOTAL, petrolera francesa quinta de importancia en el mundo.
La industria del cine estadounidense regresa con "furia" a La Habana: La ciudad, sus vehículos y edificios antiguos son escenario de las grabaciones de la saga.
Lo que se veía venir llegó y aunque todos los amantes del motor y la velocidad todavía añoran una carrera de autos oficial y real, al menos formamos parte de la ficción en el octavo capítulo de Rápido y Furioso que desde hace varios días se rueda oficialmente en Cuba.
