
Clyno, una marca británica casi olvidada, fue la primera en emplear un novedoso sistema de transmisión, el CVT. Veamos los detalles en este artículo.
Orígenes de Clyno
Durante los años veinte, Gran Bretaña produjo excelentes autos, entre ellos el Clyno. El sector de los utilitarios estaba dominado por Morris, pero Frank Smith creyó tener oportunidad si lograba contener los costos y fabricar un auto novedoso y, por ello, mejor.

La Clyno Engineering Co. había sido fundada en 1909 para producir motocicletas. Es en 1922 que produce su primer coche, tras el proceso de recuperación de la Primera Guerra Mundial.
El primer automóvil Clyno
Con el claro objetivo de contener los costos, la primera oferta de Clyno es un vehículo que no sobresale, en imagen, de la media existente entonces.
Tenía un motor de cuatro cilindros en línea y válvulas laterales producido por Coventry-Simplex. Las mayores diferencias estaban en su transmisión, fabricada por la propia Clyno. Era un sistema CVT, que empleaba la velocidad del motor, a través de contrapesos, para cambiar la relación de transmisión, aprovechando el vacío del motor. Lo rudimentario aún de este modelo se ponía de manifiesto en el hecho de que carecía de diferencial, algo que no era extraño entre los autos económicos de la época.

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El Clyno se empezó a vender a un precio de 265 libras esterlinas de la época y, para 1924, se introdujo el diferencial y el motor llego a 10,8 HP. Las ventas tuvieron su apogeo entre 1924 y 1926, cuando pasaron de 150 unidades semanales hasta 350. En ese período llegaron los frenos mecánicos a las cuatro ruedas.
Final
En 1929 la producción del 10,8 HP fue abandonada para centrar los esfuerzos en otros proyectos, tras perder al Grupo Rootes como agente de ventas. Ese mismo año la empresa cerró sus puertas definitivamente, dejando incompleto el desarrollo de un prototipo económico con motor de 8 cilindros y válvulas laterales.
