Es lo que pasa cuando uno cree haberlo visto ya todo: de repente viene alguien y te demuestra que no, que todavía hay más, mucho más, para sorprendernos, como acaba de hacer Ford al sacarse de la chistera este asiento capaz de detectar si el conductor está sufriendo un ataque al corazón. Pues sí. Se trata de una tecnología que funciona mediante seis sensores electrónicos instalados en el respaldo del asiento que controlan los latidos del corazón a través de la ropa y se adapta a todo tipo de torsos, mientras una cámara monitorea en tiempo real el estado del conductor, vigilando que su ángulo de visión no decaiga. De ese modo, el sistema será ”capaz de detectar si el conductor está teniendo un problema cardiovascular, por ejemplo, un ataque al corazón, y también podría ser utilizado para detectar los síntomas de otras enfermedades como la presión arterial alta o un desequilibrio electrolítico“.