Mismo envase pero con una esencia mejorada; así podríamos definir los levísimos retoques estéticos que ha sufrido el Peugeot 208 y que veremos en el Salón de Ginebra. Los cambios se centran en la parrilla, más grande y con un cromado de mayores dimensiones (que en los acabados superiores tiene un efecto 3D), así como en los faros bitono, con fondo negro y cromado, que incluyen a su vez una luz diurna de formas más agresivas. En el lateral se mantiene todo idéntico siendo los tapacubos y las llantas los únicos que han pasado por el 'taller' ya que todos son nuevos, desde los básicos de 15 pulgadas hasta las de 17. En la parte trasera, los pilotos cuentan con la iluminación de tres bandas verticales, similares a las que ya lucen, por ejemplo, la berlina 508.