Cada año que pasa va quedando cada vez más claro que Audi no tiene techo, o que si lo tiene en realidad, aún no se le adivina. Justo es decirlo porque si en el 2008 la casa de Ingolstadt cifró un récord histórico de ventas en el colmo de la bonanza, en el 2009, en medio de una crisis global sin precedentes, fue la marca del grupo Volkswagen que mejor soportó los fuertes vaivenes de la demanda. Y eso, solo para emerger en el 2010 aún más fuerte.
Tal es así que ya se ha sacado del sombrero un nuevo récord y en tan solo 11 meses ha comercializado más automóviles que en todo el 2008, con 1 003 900 nuevas matriculaciones entre enero y noviembre, 431 más que el total de hace dos años en diciembre, lo que también supone un alza del 15.3 % frente a las 787 710 unidades contabilizadas en el mismo periodo del 2009.
No en vano, como recalca la propia firma, en esta significativa mejora de sus ventas ha incidido sobremanera la efervescente expansión de la marca en China, así como su creciente éxito en Estados Unidos; si bien al mismo tiempo, la demanda en Alemania se ha ido recuperando de nuevo, sobre todo con la irrupción del Audi A1.
De ese modo, por regiones, la compañía alemana comercializó 562 000 unidades en Europa Occidental hasta noviembre para registrar un incremento del 3 %, mientras en Norteamérica sus entregas se estiraron un 23.6 % hasta 91 083 de lujo, con 255 050 y un alza del 44.6 % respecto al año pasado. Básicamente, unos números espléndidos que solo cabría comparar con el lujo de una marca tan refinada como la de los cuatro aros. Y enhorabuena.