Los olores a bordo de un avión

Creado: Dom, 05/05/2019 - 18:36
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Amparo López Rego
¡ESOS OLORES!

Los que viajamos hemos tratado con olores poco comunes, en un avión, el tema del olor puede ser un conflicto.

Todos los que hemos viajado, ya sea en autobuses, trenes, aviones u otros medios de transporte con compartimientos cerrados, hemos tratado con olores no comunes, algunos comprensibles y tolerables, otros, sencillamente irresistibles. En un avión, donde abrir una ventana o reubicarse en otra parte del espacio es imposible, el tema de los olores puede resultar conflictivo.

Anécdotas al respecto hay muchas pero hoy vamos a narrar dos que ya de por sí ilustran el fenómeno de viajar en avión con un olor no invitado.

Avión de la línea Jet Blue

En un vuelo de la línea Jet Blue los pasajeros, que volaban desde California hacia Florida, notaron un olor difícil de identificar, pero a todas luces desagradable y tan persistente e intenso que  muchos comenzaron a toser y respirar con dificultad. El olor escaló a tal nivel que no hubo otra opción que la de aterrizar en la ciudad de Oklahoma. Dos pasajeros y tres miembros de la  tripulación fueron trasladados al hospital; varios necesitaron de oxígeno y el resto fue reubicado en otro vuelo hacia su lugar de destino.

La causa del misterioso olor no fue de inmediato determinada, pero atribuyen su origen a gases provenientes del motor del avión: la aeronave toma aire de la respiración de los pasajeros y a veces el sellado entre los compartimientos que contienen ese aire y otras partes del motor fallan y dejan pasar esos gases a los conductos de ventilación.

Otra anécdota de olores en avión

Cuando la naturaleza llama, hay que responder y más si el reclamo es de urgencia y emitido por los intestinos.

Vuelo en un avión de British Airways

En un vuelo de British Airways, en el 2015, a solo unos minutos de comenzar el trayecto desde la ciudad de Heathrow, en Inglaterra, hasta Dubai, un pasajero sintió la necesidad imperiosa de resolver un asuntico en el baño y si bien nadie puede avizorar, ya sea por los alimentos y bebidas consumidos, por la calidad de su flora intestinal u otras razones, el impacto que su deposición puede provocar en el campo del olfato, lo cierto es que poco después de consumado el hecho, el piloto de la aeronave optó, tras conciliar su decisión con el resto del equipo, hacer público el anuncio de que el  penetrante olor de la materia fecal de alguien, que ya se comenzaba a sentir en la parte delantera del avión debido al aire reciclado, era imposible de resistir durante las siete horas que demoraría el vuelo y para salvaguardar la salud y seguridad de pasajeros y tripulación se hacía perentorio regresar al aeropuerto de partida.

Solo llevaban 30 minutos de vuelo cuando para sorpresa del aeropuerto de Heathrow, se solicitó el aterrizaje.

Todos los pasajeros abandonaron el avión y la línea costeó  sus habitaciones en un hotel por esa noche, hasta que al día siguiente abordaron un nuevo vuelo, esta vez, afortunadamente, sin sorpresas estomacales.

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Amparo López Rego