Aunque los orígenes y uso práctico de este ingenio se atribuyen indistintamente a Juan de la Cierva o Igor Sikorsky, la historia del helicóptero brinda otras facetas de su desarrollo.
Los indicios de que ¨algo¨ podía despegar verticalmente y volar, se atribuye a un simple juguete chino del año 400 constituido por un rotor acoplado a una pieza de bambú que giraba mediante un hilo enrollado que de un tirón, hacía girar el conjunto. Incluso hoy, existen juguetes similares fabricados de plástico. Ese fue el principio; pero hubo mucho más.
No podía faltar Leonardo Da Vinci, quien en 1480 dejó en sus dibujos el llamado ¨tornillo volador¨; el cual quedó en el olvido por siglos, a pesar de los indicios de que llegó a fabricar algunos modelos. Tampoco debe quedar ausente de estas figuras pioneras, el ruso Mijail Lomonosov, quien en Julio de 1754 desarrolló un modelo basado en el viejo juguete chino; esta vez, la propulsión se efectuaba mediante un resorte de relojería. Es de notar que el prototipo usaba rotores coaxiales y se proponía su uso como un instrumento meteorológico.
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En 1783 Christian de Launoy usa igualmente una versión coaxial cuyas aspas eran de plumas de ave. Lo presenta al año siguiente a la Academia de Ciencias de Francia. Varias propuestas se suceden hacia fines del siglo XIX, incluyendo la propulsión a vapor suministrado mediante una manguera desde una caldera en tierra. Sin dudas, todo lo anterior ratificaba la posibilidad de vuelo de estos artefactos; pero solo elevarlos algo del suelo, sin moverse a distancia.
El 5 de Mayo de 1905, el eslovaco Jan Bahyl, crea un prototipo que por primera utiliza un motor de combustión interna que no solo lo sustenta a 4 m. de altitud; también recorre 1,500 m. En lo adelante, la creación de motores más potentes y de menor peso, serán la vía hacia los actuales helicópteros. En los años 20 y 30 ocurrieron diversos eventos con nuevos prototipos que no llegaron a consolidar la figura de este medio de transporte.
El argentino Raúl Pateras-Pescara; el francés Étienne Oehmichen; el holandés Albert Gillis von Baumhauer; el alemán Engelbert Zaschka; el húngaro Oszkár Asbóth y el italiano Corradino D'Ascanio, aportaron esfuerzos e ideas al respecto; pero ninguno logró convertir la idea en realidades.
Fue el piloto-ingeniero español Juan de la Cierva (Sept.1895-Dic. 936) quien con su Autogiro logró un despegue vertical sin necesidad de pista en 1923 y en 1928 realizó el cruce del Canal de la Mancha volando desde Londres a París. En 1934, el Autogiro se convierte en el primer equipo con esas características en despegar y tocar pista desde la cubierta de un navío.
Paradójicamente, La Cierva fallece en el accidente de un DC-2, al estrellarse éste mientras despegaba del aeropuerto de Croydon en el vuelo Londres-Amsterdam; era el 8 de Diciembre de 1936.
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En la URSS, los Ingenieros aeronáuticos Boris N. Yuriev y Alexei M. Cheremukhin, desarrollaron con éxito en Agosto de 1932 un helicóptero de dos motores; uno al frente y otro en la cola con rotaciones inversas, a fin de evitar el efecto torque en la nave. Aunque alcanzaron una altura de más de 600 m., el hecho de que la URSS no era en ese miembro de la Federación Aeronáutica Internacional. la marca no fue reconocida.
En Junio de 1936, un Focke-Wulf Fw 61, fabricado bajo Licencia de Cierva Autogiro Company, alcanza alturas de 2,499 m. y velocidad de 190 km/h. La Compañía alemana Focke desarrolló este equipo y se utilizó durante la II Guerra Mundial. La fábrica fue destruida por los bombardeos Aliados, impidiendo la producción masiva de lo Fw-61.
En esos años, el Ingeniero Aeronáutico ruso Nikolai Ilich Kamov (1 de Septiembre1902-24 de Noviembre-1973) desarrolla varios modelos de helicópteros: todos del tipo coaxial. En 1940, el gobierno Soviético le encarga la creación de un Buró de Diseño que lanzó los conocidos KA, cuyos modelos podemos verlos hoy en diferentes esferas de la actividad aeronáutica en la Federación Rusa y en otros Países.
En EE.UU, Arthur M. Young, quien había construido un helicóptero en 1928, se une a la Bell Aircraft en 1941 y en breve construye el Modelo 1 de la Marca; antecedente del Modelo 30 y el muy conocido hasta nuestros días, Bell 47.
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En el propio País, el soviético-ucraniano Igor Sikorsky, (Mayo 25,1880-Octubre 26, 1972) con su VS-300, crea el primer helicóptero utilizable de un solo rotor, agregando posteriormente el rotor de cola que evita el efecto torque en la nave. Este modelo evoluciona hacia el R-4, del cual se fabricaron 131 durante el período de la II Guerra Mundial. Entre éstos y sus derivados R-5 y R-6, se contabilizaron más de 400 antes de terminar la Guerra.
En la década del 50, el motor de turbina hace su aparición en la industria del helicóptero. Es el Alouette II, de la francesa Aerospatiale. Ello marca la pauta para posteriores modelos de todos los fabricantes, pues excepto en algunos equipos pequeños, la turbina es la opción casi única empleada por éstos. Los nuevos materiales, en particular, polímeros, se han aplicado a la construcción de las aspas, haciéndolas más flexibles y resistentes.
Actualmente, las principales empresas productoras de helicópteros se han concentrado en pocos Paises; la Sikorsky, la Boeing y la Bell en EE.UU; las europeas Eurocopter y Augusta-Westland y las rusas MiL-MI y Kamov. Estas últimas se unieron a Rostvertol, formando el Grupo Russian Helicopter. Mantienen sus Marcas originales y distribuyen entre sí los Modelos a desarrollar.
Algunas prestaciones notables en algunos tipos de Helicópteros, podemos sintetizarlas en:
- Velocidad: Hasta 350 km/h.
- Capacidad de carga: hasta 20 ton.
- Autonomía: 1,000 km.
- Techo de vuelo: 6 km.
Aunque se fabrican aviones de despegue vertical y aeronaves pequeñas con buenas prestaciones, el helicóptero sigue manteniendo un lugar propio en la aeronáutica. Nadie como él puede llegar a lugares inaccesibles con cargas de consideración y mantener una línea constante de suministros.
Así lo demostraron los MI-8 cuando en Cuba, por averías en la mayor planta de producción del País, fue necesario transportar cilindros de oxígeno medicinal desde fábricas dispersas hasta los Hospitales correspondientes, cual si fueran camiones de reparto y con la premura de salvar vidas humanas.
Las víctimas de deslaves y terremotos que quedan aisladas con frecuencia, se han salvado gracias a estos medios; razones más que suficientes que muestran sus posibilidades. Tal ver los Drones puedan superarlos dentro de algún tiempo; habrá que verlo.
