Los automóviles de oro, toda una realidad
De que los hay, los hay. Son automóviles de serie, comunes, de los que están rodando en cualquier parte del mundo que, por obra y gracia de sus propietarios, se han convertido en autos de oro. Y van de aquí para allá, en medio del tráfico. Se supone que confundidos con el resto de los vehículos rodantes, pero su brillo y color los delata. Los excesos de vanidad de sus dueños los hacen presa anhelada de ladrones.