Una rareza del automovilismo mundial
Los vehículos participantes en rallyes suelen ser todo terrenos de probadas cualidades ó cuando menos autos enfocados hacia la resistencia, durabilidad y fiabilidad. Encontrar en una competición a un automóvil de lujo extremo como puede ser un Rolls Royce es una verdadera rareza, merecedora de una reseña. Semejante cosa ocurrió allá por 1981, y nada menos que en el más publicitado.