Misterios del Metro de Moscú (I): desapareció un tren

Creado: Vie, 31/01/2020 - 15:43
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Amparo Lopez Rego
Metro de Moscú

Uno de los más concurridos del mundo con múltiples historias y leyendas, como cuando dicen desapareció un tren. Esta es uno de los misterios del Metro de Moscú.

Su nacimiento se remonta al año 1935: el metro de Moscú fue el primer sistema ferroviario subterráneo de la entonces Unión Soviética, con 11 km de extensión en sus inicios y 13 estaciones a lo largo de ella.

En la actualidad con 12 líneas, 223 estaciones (excluyendo el Círculo Central de Moscú y el Monorraíl) y sus más de 300 km, está considerado un auténtico palacio bajo tierra, con un extraordinario valor artístico.

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Tecnología, rapidez, belleza… algunos de los atributos de un sistema de tráfico que se inserta en la cotidianidad de millones de pasajeros. Pero si lo anterior no es suficiente para envolverlo en atracción, anécdotas históricas y misterios también se encargan de engalanarlo.

Se cuenta que el 1ro de abril de 1975 desapareció unos de sus trenes. Pero antes de continuar, es necesario que nos detengamos en ciertos factores que hacen dudar de su veracidad.

El evento está recogido en escasísimas fuentes (entre ellas la enciclopedia china Baidu) y no es mucha la información que se divulga. No hay declaraciones oficiales sobre los hechos, ni aun cuando se utilice un buscador en red ruso y en los récords de incidencias del Metro de Moscú no se hace alusión a nada semejante.

De otra… no, eso queda para el final.

Pero aun cuando lo contado sea pura ficción, un tema que sacuda la imaginación con lo inexplicable siempre atrae, así que retomemos los sucesos de aquel distante día.

Metro de Moscú

Vayamos pues a la Estación Belorusskaya, a las 9 y 16 de la noche del 1ro de abril de 1975. Un tren subterráneo totalmente atestado de pasajeros se detiene; bajan algunos, suben otros y este continua el viaje de 14 minutos hacia su próxima parada. (1).

El caso es que el tren nunca llegó al destino planeado y no se emitió reporte alguno de que se hubiese detenido en el tramo de línea entre ambas estaciones.

Los gerentes del metro entraron en pánico y decidieron detener todo el sistema subterráneo de transportación. El tren con sus cientos de pasajeros había desaparecido y se necesitaba una búsqueda exhaustiva en todas las líneas e instalaciones.

La inspección de todas las áreas comenzó de inmediato a cargo de un numeroso personal dividido en equipos y, lógicamente, el primer tramo a revisar sería el del intervalo entre los dos puntos, donde supuestamente el tren se había esfumado.

Los encargados de esto caminaron por el túnel a lo largo de la vía férrea mientras notaban que el camino pedestre se iba estrechando.

Al llegar a una curva observaron que la línea se había acercado tremendamente a un segmento de la pared del túnel y que un tramo de vía férrea adyacente a esta, utilizado para la reparación de los trenes, había desaparecido.

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También lo había hecho la bifurcación que permitía pasar a este ramal auxiliar desde la vía principal y se apreciaron vestigios de dos carriles paralelos que se perdían bajo la pared.

La pared en cuestión fue cuidadosamente examinada, hasta que un ingeniero acompañante descubrió que se trataba de una enorme puerta a prueba de agua. Se encontró el interruptor y al accionarlo, esta se deslizó hacia arriba lentamente, dejando ver la sección de vía férrea perdida donde, totalmente iluminado, se estacionaba el tren.

Los presentes se acercaron con prisa y comprobaron que si bien el tren había aparecido no ocurrió así con sus pasajeros. Gritos y llamados inundaron el ambiente, pero nadie respondió. En los vagones encontraron rastros de sus antiguos ocupantes: latas y colillas de cigarros se esparcían por el suelo y hasta un bulto de equipajes reposaba en una esquina de uno de los coches, como si alguien hubiese descansado sobre él. Fuera, se apilaban periódicos y revistas quemados en una hoguera.

Todos estaban confundidos y aterrados. ¿Cómo fue a parar el tren al otro lado de la puerta? Suponiendo que esta hubiese estado levantada y en mal estado, era posible que hubiese caído libremente debido a la vibración retumbante del tren, pero el interruptor de desvíos no se había activado, entonces ¿cómo paso el tren a la vía auxiliar para quedar atrapado tras ella?

Metro de Moscú

Si nadie había accionado el interruptor de la puerta para abrirla, hasta ese momento ¿a dónde fueron los pasajeros y conductores?  

Teorías como la de los agujeros negros y la de los llamados wormholes, hipotéticos túneles que conectan regiones ampliamente separadas en espacio y tiempo, siempre han surgido como la solución más oportuna para los casos de desapariciones inexplicables.

Pero reparemos en una pista que puede llevarnos a la verdad tras lo contado: el día y el mes en que el tren desapareció: 1ro de Abril: April Fools’ Day, “Día de los Tontos”.

Mientras que en los países hispano-hablantes el 28 de diciembre se inunda con toda clase de bromas por ser el llamado “Día de los Inocentes” (“Día de los Santos Inocentes” propiamente dicho), en muchos otros países del mundo, incluyendo Rusia, el equivalente de nuestro “Día de los Inocentes” es el 1ro de abril.

Quizás solo debamos concluir que el misterio del tren desaparecido no pasó de ser más que una elaborada broma para celebrar a costa de la ingenuidad de muchos, sin calcular que se alimentaba la fantasía y curiosidad de otros, al punto de que más de 40 años después, el relato se revive de vez en vez.

¿Cuándo y donde comenzó a circular la noticia de que desapareció un tren en el metro de Moscú? ¿Quién o quiénes fueron sus gestores? Eso, definitivamente, constituye la mayor incógnita de esta historia, una de las muchas que tienen como escenario el subterráneo moscovita. Hasta pronto.

Fotos: Wikipedia.

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Amparo Lopez Rego

Sobre el autor

Licenciada en Historia y Ciencias Sociales. Fue redactora-editora de la Revista Transportes, y editora ejecutiva de la Revista Sendas.