El Chevrolet Bel Air 1955 de Máximo
Un Chevrolet Bel Air 1955 había sido el sueño de toda la vida de Máximo durante toda su vida, y logró hacerlo realidad hace apenas cuatro años. Se tomó toda clase de detalles en su adquisición, verificó con toda rigurosidad que hasta ese momento solo había tenido un dueño, el cual por su profesión (dueño de la antigua funeraria del rural pueblo de Caimitos, a unos 30 kilómetros de la Ciudad de la Habana) lo mantuvo por muchos años en su garaje sin apenas rodarlo.