Duesember J: el magnífico
Por caprichos de la historia a Errett Lobban Cord le tocó vivir la etapa más importante de su vida durante los años treinta, en plena depresión norteamericana. Este hecho desafortunado terminó por arruinarlo, acabar con su vida y extinguir en poco tiempo una compañía de automóviles que en otras circunstancias hubiera florecido y obtenido un importante puesto en la industria. Este emprendedor hombre llegó a aglutinar las tres marcas más singulares existentes en los Estados Unidos en esos años, y llegó a producir en cada una excelentes modelos que han superado la prueba de los años y prevalecido como verdaderas leyendas: Veamos al mítico Duesemberg.