Solo el más grande hace lo que Rossi
Estamparse un burro en el casco, para sentenciar su metedura de pata en Indianápolis, revelan la modestia y el carisma del mejor piloto de todos los tiempos. Así lo hizo saber en San Marino, un circuito enclavado a catorce km de su Tavullia natal, donde sentó cátedra, firmando su sexto GP del curso. Y para hacer más espectacular su victoria la celebró con orejas de burro en el podio. ¡Un show a lo Valentino!