A finales de los años ochenta las marcas japonesas empujaban el mercado automotor mundial por todos lados, a fin de consolidar el espacio obtenido. El sector de vehículos todoterreno también fue escenario de esa batalla y, al final, los automovilistas de todo el mundo pudieron disfrutar de excelentes opciones que surgieron en esos años, entre ellas nuestro protagonista de hoy: el Land Rover Discovery.
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El Ford Thunderbird 1966 de Jesús Folgado lo vi por primera vez hace más de diez años, estacionado en la avenida del puerto. Me quedaba claro que resultaba un auto poco común, tal vez único en el país, pues luego de 1959 la importación de vehículos de marcas norteamericanas disminuyó dramáticamente. En ese momento, jamás encontré a su dueño, seguí de largo, en medio de la presión del tráfico habanero, y guardé mis ansias de conocer la historia del imponente T-bird para otro momento, el cual a llegado hoy, veamos.

Este mes de enero marca el debut oficial de Nismo en Europa y lo hace con el original Juke y con la promesa de una versión especial del 370Z. El cupé Z, siempre fue un automóvil especial para Nissan, y es que es el modelo que con el Nissan se convirtió en los años 70 en una marca importante en el mercado estadounidense. Más de cuarenta años después de su lanzamiento y con el repunte de notoriedad que le da al 370Z actual, nos pareció el momento oportuno para recordar el 240Z, modelo con el que empezó todo.

Ni General Motors, ni el Tsunami, ni Fukushima han podido detener la industria nipona de automóviles. Con toda terquedad las marcas japonesas retoman el protagonismo impulsadas por una incansable filosofía laboriosa que les permitió prevalecer allí, donde otros cedieron. Los autos híbridos son un ejemplo de ello y esta es la historia del más famoso de todos: el Toyota Prius, un clásico desde la cuna.

Los camiones bomberos son una de las delicias de la infancia. A todos, en algún momento, nos deslumbraron con sus sirenas, sus luces y, sobre todo, con su espectacular color rojo. Verlos pasar a toda velocidad siempre ha sido una atracción, aunque detrás se pueda esconder una tragedia. Los actos heroicos de los hombres a bordo de ellos han sido recogidos en noticias, filmes y por la propia historia. Sin embargo, la historia de quienes los fabrican muchas veces queda anónima. Por ello, hoy proponemos un recuento de una marca emblemática: American LaFrance.

Para finales de la segunda decena del Siglo XX Scania-Vabis colapsó sin remedio. De sus cenizas se relanzo la AB Scania-Vabis, con la intención de recuperar el mercado, cumplir los adeudos acumulados y recobrar clientes, todo ello a partir del único bien viable que quedaba: los poderosos y eficientes motores Scania.

Saturn fue concebida como la respuesta de General Motors a la penetración incontenible de las japonesas Toyota, Nissan y Honda en el mercado norteamericano. Décadas atrás los Tres Grandes habían intentado algo similar, ante el auge del auto europeo a finales de los cincuenta, esfuerzo del cual surgieron el Chevrolet Corvair, el Ford Falcon y el Chrysler Valiant. Ahora, GMC intentó algo más contundente: utilizar los enormes recursos de su vasta organización para crear una división con el solo objetivo de competir frente a las asiáticas, sin interesarle beneficios.

Jensen fue una marca británica que fue fundada por los hermanos Richard y Alan Jensen, en Lyng-West Browich, al oeste de Midlands, y al este de Birmingham, la cual posee de cierto abolengo, aunque discreta existencia. Mereció mejor suerte y, tal vez por esa razón, existen varias versiones, y no pocas lagunas, sobre su origen y desarrollo: aquí les va la nuestra.