Luego de ver la semana pasada el exótico Phantom Corsair nos han preguntado sobre prototipos exóticos, de los cuales han existido tantos en la historia del automóvil. Sin embargo, algunos fueron desarrollos muy interesantes que dejaron una profunda huella en su época, rodeando con un halo de mística toda su imagen. Este es el caso del Italdesing Aztec de 1988, veamos.
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Durante años hemos compartido increíbles historias sobre la conservación de autos de época, a veces en una misma familia. Hoy, nuestro protagonista resulta –además- un ejemplo de la constancia, la voluntad de vivir y la retribución social por la maravilla de la propia existencia. Armando Lorenzo Munnet –para todos los que le conocemos Pity- conoce del valor de las pequeñas cosas y, por esa misma razón, no las considera ”pequeñas“. Disfruta a diario de su hogar, su familia y de la niña de sus ojos: un Ford Victoria 1955, tuneado por él mismo.

La semana anterior vimos la historia del Dodge Challenger. La producción de este icono del automóvil incluyó, además, una versión potenciada ”in extremis“, que Dodge llamó T/A, y la cual estaba destinada a la participación en el Campeonato Trans America. Veamos.

Para los años setenta, la crisis de los precios del petróleo pondría una pausa en la producción de motores de gran potencia y, con ello, a la fabricación de los pony car. Dodge tuvo su canto de cisne en el Challenger, su último modelo de este tipo, y no lo pudo hacer mejor. Poderoso y temerario este auto dejó un legado en el automovilismo, veamos.

La marca holandesa DAF es reconocida, sobre todo, por sus vehículos pesados. Sin embargo, hace algunas décadas produjo autos ligeros, de solida construcción y rendimiento aceptable. Sin llegar a niveles de ventas extraordinarios estos vehículos lograron un amplio reconocimiento hasta que, finalmente, esta división fue adquirida por Volvo, en 1975. Hoy en Excelencias del Motor le contaremos parte de esta historia.

Mercedes-Benz lanzó, en 1972, un automóvil deportivo con carrocerías roadster o cupé tras finalizar la producción del ”pagoda“ SL W113: el R107. En verdad, la carrocería del R107 se comenzó a esbozar en 1971 y era, desde entonces, muy distinta de su predecesor, aunque conservando algunos rasgos típicos de los SL. Esto es algo absolutamente lógico en una marca con el ”pedigrí“ de Mercedes, y la seriedad con que se toma los detalles que definen eso que llamamos imagen de marca. Por ello encontramos la parrilla central con el logotipo de Mercedes Benz y el techo rígido en forma de pagoda para recordarnos ese aire típico del deportivo de excelencia de Mercedes.

En la década del setenta Alfa Romeo produjo este carismático modelo, el cual a pesar de llevar nombre de una ciudad canadiense – y el conocido frío del clima de ese país- era un deportivo capaz de ”derretir“ la nieve más espesa. Presentado como prototipo en la Expo 1967 celebrada, precisamente, en la ciudad de Montreal, el vehículo no ostentaba ninguna denominación o nombre en ese momento. Resultó tan popular y seguido por los visitantes, que el propio público lo bautizó como Montreal, en uno de los casos más curiosos que existen.

Este fin de semana visitaron La Habana miembros del Club Aficionado de Vehículos Antiguos (CAVA), de Colombia. Liderados por su Vice-Presidente, el Dr. Francisco Zulueta, los colombianos, aprovecharon la mayor parte de su tiempo en la Isla para establecer lazos con el Club de Autos de La Habana. Desde su llegada al hotel Occidental Miramar, al Oeste de la capital cubana, los visitantes fueron recibidos por una exhibición de cinco autos emblemáticos del longevo club de autos, uno de los de mayor tradición en el país.