Los dorados años ochenta. Para muchos la mejor época de la vida, en esa década Chrysler lograría uno de esos exitazos que le permitieron ir dando tumbos –entre altos y bajos- hasta acabar en los brazos de FIAT. Se trata del Caravan, modelo que universalizó el concepto de monovolumen y abrió todo un nuevo sector del mercado. ¿Cómo fue posible?
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En 1974 Manuel Prieto era un pequeño de siete años de edad. Fue entonces cuando llegó a su familia un FIAT 125, fabricado en Argentina, que marcaría su vida definitivamente. Desde su inocente edad la fascinación por el nuevo modelo fue absoluta, sobre todo en una época en que estos fueron de los primeros automóviles en arribar a Cuba, desde principios de los años sesenta. Para el niño era un objeto maravilloso, moderno y deslumbrante. Luego, los años se encargarían de convertirlo en parte inseparable de su vida.

Cuando apareció en el mercado, allá por 1978, generó grandes expectativas. Tuvo un gran volumen de producción y sus ventas fueron excelentes. Sin embargo, hoy pocos recuerdan a este modelo de Ford, tal vez por su corta vida. Cuáles fueron sus virtudes, sus defectos y, sobre todo, cuál fue su legado en nuestra columna de esta semana. Veamos.

Cuando se habla de Daimler de inmediato pensamos en los famosos automóviles Mercedes. Pero, por supuesto, esta es una compañía con una diversidad de productos increíble y de una calidad y tradición proverbiales. Hoy traemos la historia de los autobuses Setra, los cuales representan una división importante dentro de la compañía, con más de cien de experiencia en su producción.

Hoy los fabricantes buscan nuevas alternativas motrices para los automóviles. Más de medio siglo atrás una situación aún más calamitosa, la Segunda Guerra Mundial, obligó a Europa a buscar eficiencia y la respuesta llegó en la forma de la aplicación masiva de los motores diesel. Veamos la historia, según Mercedes: su principal protagonista.

La Habana es una ciudad encantada. Al esplendor del Caribe se suman infinidad de detalles que se funden en un sincretismo apasionante: historia, religión, sensualidad y creatividad. Todo flota en el salino aroma que barre la ciudad desde el mítico malecón, y termina en los más recónditos barrios. Sus calles están inmersas en esta marea, su tránsito está repleto de historias apasionantes y, entre ellas, encontramos a nuestras protagonistas de hoy: las limusinas criollas de La Habana.


A finales de los sesenta, mientras en Norteamérica retumbaba el estruendo de los muscle car, en Europa se imponían modelos contenidos, en los que acomodar a los pasajeros parecía algo mágico. Fueron los mini-compactos que radicalizaron los conceptos de eficiencia, solidez y bajo coste. Hoy traemos a uno de los protagonistas de entonces. Veamos.